Oda a Huidobro pt lll

tamino333


Te posas como la golondrina

En un balcón de esperanzas por el que cuelga mi cabeza

Mirando el abismo del nadir en su extensión

Llegas, con tu mirada que resplandece en los colores

Y te dejas caer sobre la oscuridad del universo

 

Entre tus ojos hay un misterio inacabado

Cuelga, de tu cuello el rosario imaginario

De cuentas brillantinas que reúnen

En su constitución cada beso que tienes en la boca

Cada misterio que te sale por los ojos

Y se impregna, seco sabor a mar.

Bendito sea tu cuerpo amarinado por el sol

Que te baña cada mañana cuando huyes dejando

Tu perfume

Bendita, tu forma de caminar

Bendita tu extraña mirada matutina

la armadura, que cargas

Bendita tú, entre las que son benditas

 

Y tus pies cansados de tanto caminar

Y mis labios cansados de buscarte en la soledad

Y el tiempo aparente en el que no estamos

 

Esa vereda que se adorna entre el silencio

Es el perdón de los culposos que te miran

Siempre es de noche, cuando tus ojos

Se clavan y desarman

Siempre es de noche

 

Que te sigan los aires del sur en donde no sopla el viento

Y que no te miren los ciegos, que te pase por alto el mendigo

El vagabundo poeta, como yo, que te mira las piernas

Y te salves, sirena o dragona alada

 Que tu alma te salga de entre tus senos

Y entonces podamos vernos a los ojos, y comernos.

Un momento basta

Nos convoca la muerte a un duelo.

He querido verte

Mirarte en un vacío

En el pozo de las aguas turbias del destino

Te he visto mirar en el olvido

A la idea que despides con tus ojos llenos de esperanza

 

Eres golondrina, pajarillo que se posa en el balcón y me deja

Me deja ensimismado y no conozco nada, no he visto nada

Y son tus mejillas

Quizá tus ojos

Tal vez tus besos

El latir de tu corazón dicta mi ritmo

Mi tiempo, mi segundos de vida

Las respiraciones que tengo.

 

Y si te callas,  me callo

Y si caminas me detengo

Si te ríes, me cautivo

Y si te mueres, vuelve el silencio.

Y entonces me quedo con la cabeza colgando

Por el balcón del universo, y te miro caer

Y no tengo brazos, no puedo detener  tu descenso.

 

Pero sigues aquí, tu alma, sigues aquí libre

En mí, en todo, sigue el ritmo, tum tum

Y sigo respirando, te ocultas al otro lado de mi espejo.

 

  • Autor: Quetzal (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de agosto de 2012 a las 02:13
  • Comentario del autor sobre el poema: Un poco de mis odas a Huidobro...
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 130
  • Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
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Comentarios3

  • Yasser Berney Flórez Caraballo

    Preciosa y encantadora oda, mi estimado.

    Saludos.

  • El Hombre de la Rosa

    Una bella y hermosa Oda amigo Quetzal
    Un fuerte abrazo.

  • Violeta

    WAOOO UN BELLO ESCRITO UNA ODA HERMOSA...BESOS



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