1,2,3,4,5,6,7(Epilogo.Te digo)

Jose Felix Rodriguez M

1

            Nos encontramos, casi

que por casualidad

en el bar al que

siempre asistía, y digo

“casi”. Porque en

las citas clandestinas

de copas rojas

y corazones rotos,

la casualidad es solo

un pretexto

para comenzar

a quererse.

 

2

<<Ha sido hoy uno de

esos dulcísimos días

de nítida claridad,

precedidos por

una noche  de copas

a altas temperaturas de amor>>.

Te dije al armarle

la trampa

a tu corazón.

            <<Tu tienes tu manera… De

reír y de mirar

y de coquetear como

quien no quiere la cosa

y de soltarte los cabellos

-así como si nada-

“Como quien bate girasoles”

como quien anuda amapolas>>.

 

 

3

Te propuse la soberana estupidez

de amarnos como

corsarios, de robarnos

tiempo; espacio, tus

besos de tesoro, la playa

de tus caricias

la quintaesencia

de mi desmedida

personalidad

huracanada

del pacifico-caribeño.

 

¿Nos quisimos?

-si nos quisimos-

en todos los hoteles

baratos de la 2,

en el puesto

trasero de “Plomo”.

 

 

4

¡Juro que el tiempo

pasaba más lento

al estar juntos!

            [Tu también sabias que

mis invitaciones de

“tomémonos solo un trago inofensivo”

acabarían contigo

desnuda,

tensándote como

un arco,

-pobre de mi-

simple mortal

bajo tus caderas:

 

5

Jamás olvidare

esa noche de lluvia

-noche del primer reclamo-

            [cuando a dos cuadras de “Las Cibeles”

me armaste

un zafarrancho

furibunda de celos hasta

el cansancio

por causa de

aquella muchachita

morena, de labios

de durazno y

sonrisa franca

que con mirada de deseo

me llamaba

“Profe”…

            Mientras yo –para nada conflictivo en el amor-

solo atinaba

a responderte sonriendo.

            <<Con ella no podría tener nada ella es

pedestre y después

de las mujeres voladoras

las mujeres como esta chica

no tienen encanto alguno>>

            <<! No metas a Oliverio Girondo en esto ¡>>

Fue tu única respuesta.


6

… Y un día te fuiste

lejos, muy lejos,

allá donde ni mis

tristes palabras

podrían alcanzarte.

 

            [Entonces me quede aquí

laminado entre

poemas, con mas

sabanas sobre mi

vida.

7

(Epilogo. Te digo)

¡Nunca fue mentira¡

Que te estremeciste

como un gorrioncillo herido

bajo mis caricias…

                                   Lo sé yo y no importa

lo que tu digas

-ni cuanto lo niegues-

yo lo sé y lo saben las estrellas

y las copas vacías

y el cenicero full

de colillas.

 

Nunca fue mentira

mis ataques

y la echadera de perros

“los rowailers”

-como decía Eneas-.

 

Te pierdo, te reencuentro

tu mujer encanto,

tu mujer silvestre…

 

Hoy no tengo testigo alguno.

 

(Solo la papelera donde terminara este poema).

 

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Comentarios2

  • Trovador de Sueños ...y realidades.

    Bien escrito, defines el decir de manera excelente. Letras con sentimiento que salen del alma, Excelente, un gusto leer tus letras.

    Bienvenid@

    Saludos.

  • Violeta

    WAOOO QUE MANERA TAN PARTICULAR DE ESCRIBIR ,, QUE GUSTO PASAR Y LEERTE .. TE DOY LA BIENVENIDA A ESTE MUNDO MÁGICO...BESITOS



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