La viuda desconsolada
A un año de su partida
Tropieza un arca cerrada
Con una llave en su orilla
La abre cuidadosamente
Y descubre en su interior
Una carta y lentamente
Su contenido leyó…
Examina el manuscrito:
Si llegase la postrera
Muerte vil a palidecer
Este cuerpo; de anatemas
No vayas a desfallecer
Dale sosiego a tu llanto
Para que puedas vivir
Nunca te olvides de mí
Pero no recuerdes tanto
No me llores vida mía
Que en el muelle de los cielos
Con amor de terciopelo
Danzaremos de alegría
No me llores corazón
Aunque el dolor es común
Dales a mis hijos un
Padre con buena intención
Ya no pierdas mas el tiempo
Te queda una vida entera
Ve y camina con mi venia
Avanza al compás del viento
Que no sufran mis poyuelos
Que sean entes de honor
Y orgulloso desde el cielo
Les daré mi bendición
Se feliz, que en los luceros
Nos volvamos a encontrar
Y a la luz de todos ellos
Fundaremos nuestro altar.
La joven viuda enlutada
No paraba de llorar
Se mostraba consternada
Y sin dejar de abrazar
La carta que ha desgarrado
Su corazón al azar
Y que a la vez le convida
En vientos de navidad
A, de sus penas por fin
Para siempre renunciar
Sus pequeños la observaban
Con dulce y tierno mirar
Mientras los acariciaba
Les narraba la verdad
Y sentían que sus tantas
Desconsoladas quimeras
Poco a poco se marchaban
Escoltando las de ella
Enjugándose las lagrimas
La mujer tendió a cantar
Con sus hijos abrazada,
Esta canción familiar:
Desde el momento primero
Hasta el último y final
Esto si fue amor del bueno
Esto es amor de verdad
Esto si que fue un te amo
Esto si que es un te quiero
Ay! que amor más precavido
Ay! que amor tan verdadero
Gerardo Villalobos
- Autor: gerardo villalobos ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2009 a las 21:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 84
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