EL TEATRO

                     EL TEATRO

 

Me siento un todo y parte en el inmenso escenario;

donde la vida vuela, confiada se manifiesta

con sus contradicciones y su tierna bondad,

que le dan esa fuerza tan llena de sabores.

 

Es mi teatro, tú teatro diversión;

inmensa la parodia, pacienta inconfundible,

si el tramoyista atento vigila su trabajo,

entre el parpadear de las luces incrédulas.

 

Despierta el sol y enciende sus velas fulgurantes;

los hombres y mujeres todos eran intérpretes,

danzaban recitando versos sabiduría,

mirándose a los ojos con besos se abrazaban.

 

Entre coplas hicieron espontáneo cónclave;

surgieron infinitos actores redención.

Ahoyaron la tierra, izaron su babel,

bajaron al abismo de inciertos abisales...

 

Escaparon al cosmos usando la ambición,

la escritura asentó las vallas propiedad;

los castillos, mansiones, reductos excluyentes…

y pírricos ejércitos matando primaveras…

 

Aparecieron los sabios secretos acunados,

el tú y mí teatro, perdió su corazón,

las castas dominando sabanas y desiertos,

y mientras se engendraban los niños caridad.      

 

La hambruna creció, también los Babilonia,

formando las escenas, en el nuevo teatro,

donde la competencia forzada fue perenne,

interpretes recitan verso, ¡dios se lo pague...!

 

Los rapsodas poetas, cantaron al amor

era la poesía en aquel escenario,

que aparece partido, inmensidad de trozos,

separación forzosa, en pequeños cantones.

 

Se impone la parodia copian realidad;

los árboles se pintan, los aviones chirrían,

la universidad clama, los campos siegan la hoz

coches se magnifican, ¡parados reflexionan...!

                               

Tú y mi teatro deja, su impronta ingenuidad,

y los aplausos son, débiles, apagados,

ya no es universal, ni el canto, ni la risa,

al cultivar tristeza, de interpretes que fueron.