Trazo De Pluma

Diego Trujillo

La última vez que le quise llevaba el pelo suelto, la mirada triste.                     

Tumbada en su fiebre blanca, ni decía, ni callaba.

 

Caminaba cual matojo seco, a cualquier dónde, sin ningún cuándo.

Y Serena, descifraba las olas en los andenes. Y solemne, me amortajaba en su regazo.

 

Tengo que pedirte que te vayas sola.

Hay que darle espacio al despido y Tofana en gota a la memoria.

 

Derrama cada aliento y devuélveme la calma.

Que ésta carta es tan sola como el goce del olvido.

 

La última vez que le quise no hablaba de conjuntos ni de iguales.

Sudaba a cantaros y la tarde caía plena en su mirada.

 

Aniquilaba mis fronteras, y en su traición me desnudaba.

Ni al amar me hiciste tuyo, ni alejarte te hizo eterna.

 

Y saber que desde siempre dije "es ahora o nunca".

Y saber que ahora o nunca igual te pierdo, así de simple.

 

Dime porqué recorriste mi cuerpo y te detuviste en mis letras.

Si algún día fueron tuyas hoy lo son, pero con angustia.

 

La quiero tan lejos como pueda, pero tan cerca como quiero.

Es de locos amar y de idiotas no intentarlo.

 

La última vez que la quise no hubo últimas palabras,

Pues en mi boca aun hay de ella y en el trazo de mi pluma.

 

Hoy es nunca ya, y aun no llega el fin de mes.

Que ésta carta es tan sola, como el goce del olvido.

 

Aceptaré mi derrota, como se acepta, sin excusa, los fracasos.

No he aprendido nunca a odiarte en técnica ni teórica.

 

Como siempre y hasta ahora.

Has de ser la mujer que incumplió mi futuro a su lado.

 La última vez que la quise, ella igual, no era mía.

Y era yo un ajeno, un cualquiera, que le mordía los labios.

 

PD: Para el tizne de carbón, tu boca es una parada más hacia el fin de su vuelo.

Y ni el caballo de mar se cabalga, Ni las noches de un hombre se olvidan.

No pretendas que haga con mi vida, lo perfecto de planearlo con la tuya.

Si algún día ves que no te olvido, es que estoy cerca de mi último respiro.

En las palabras hay más historia que en los cuadernos.

Y en tu manos mas de mi, que en mis camisas.

Las gaviotas en su vuelo no conocen de temblores.

Ni tu cuerpo, allá tan lejos, necesita de mi abrazo.

Lo que importa no es la copa, es el trago.

Lo que mata no es la rana, es el veneno.

Se abre la noche y te descubro aun a mi lado.

Aun quien sueñe contigo, que me dé espacio.


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Comentarios2

  • Hugo Emilio Ocanto

    Magnífico tu poema Diego. y a triste a la vez. Sigues amando. No eres un cualquiera. Persiste. T tal vez puedas volver a sentir el amor auténtico. Un abrazo.

    • Diego Trujillo

      Hola y gracias: Pero ella ya está muy lejos, donde quiero, en esa calle que no visito, en su cuarto, que no deseo. Un Saludo.

    • Trovador de Sueños ...y realidades.

      Contundentes letras, el amor es de esa manera, siempre que hay vida hay tiempo y lugar para encontrar el amor real.

      Un gusto leerte.


      ...Y te dejo mis saludos



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