AGRADECIDO

Que dicha más grande tiene un mortal, que no siendo nadie mereció el privilegio de tenerte, ¡que vio Dios en mí que no mereciendo, me dio la bendición de poseerte, es el regalo más grande que la vida me ha dado el poder envejecer  yo a tu lado, mis ojos lloran de emoción al mirarte así desnuda, tu cuerpo   es como una montaña bañada de nieve que hace a tu piel blanca, son tus curvas como caminos que llegan al cielo, tu cabello negro como el manto de la noche., tus ojos luceros que  guían mi camino al besarte, que puedo decir de tu boca roja y exquisita cual fruta prohibida, te amo y por ti estoy agradecido