Soledad

 

 

Son los días que vivimos

Lejos de la persona amada,

De la imposibilidad de abrazarla,

Lo que duele en los huesos.

 

El vació de no tener,

Al alcance de nuestras manos,

Lo que deseamos,

Y a cambio, solo a cambio,

O en ausencia de aquello,

Poseemos la irremediable soledad.

 

Hoy creo, soledad,

Que eres permanente;

Como una condición del ser humano,

Como lo es respirar.

 

Solo en determinadas ocasiones,

Milagrosamente estamos en compañía,

De allí el valor inmensurable,

El recuerdo de tu sonrisa.

 

Eres persistente compañera,

Adoptas formas y conquistas espacios,

Consumes tiempo,

y promocionas sueños.

 

Abrigas con sedas irreales,

En caso que un amor nos falle,

Presentas tus mejores oasis,

Ante el desolado desierto imaginario.

 

Conspiras diariamente

Para vincularte con el ser,

Tal vez, para ti, tu alma gemela,

Tramando redes,

Confundiendo la razón y

Ahuyentando al corazón.

 

Solo en tu compañía,

Temo que nos pienses,

Como tu único y gran amor,

Creando un círculo vicioso.

 

Nunca vas a renunciar,

Pues somos tu sustancia,

Y para nosotros solamente,

Eras la ausencia de la calidez de un mortal.

 

Hoy la soledad tiene tu nombre,

Vence y resalta razones,

Oculta y manejas sensaciones,

Así trabaja en su estable proceder.

 

Indestructible soledad,

Que solo imaginación eres

Distorsionando realidades,

Nutriéndote de recuerdos.

 

Tu compañía es a mí,

Lo que el viento es a un árbol,

Sin ti me queda la fría soledad,

Y sin el viento, las hojas del árbol

Ya no se moverán.