Víctor Redondo

Víctor Redondo nació en 1953 en Buenos Aires (Argentina) y fue conocido por formar parte de los grupos poéticos llamados El sonido y Nosferatu.
En 1977 se trasladó a Barcelona huyendo de la dictadura; regresó a los dos años y, junto a un grupo de poetas y amigos, formó la editorial Último Reino, la cual todavía dirige y que fue una de las primeras editoriales nacidas en este período crítico de la historia.
Además, desde hace varios años es asesor del Festival Internacional de Poesía que se realiza en Buenos Aires cada año; en el cual se presentan diversas actividades poéticas y del que participan no sólo personas del ámbito nacional sino muchos artistas extranjeros.
Entre sus poetas favoritos se encuentran Jacobo Fijman, Olga Orozco y algunos autores del Surrealismo Francés.
Entre sus obras podemos mencionar "Poemas a la Maga", "Homenajes" y "Circe, cuaderno de trabajo 1979-1984". En la actualidad es director de Último Reino una editorial de poesía que ha editado más de 1000 libros de autores conocidos del género y que tiene 20 años de vida.
En nuestra web podrás leer algunos de sus poemas, tales como "Canción para Laura", "La destrucción de la realidad" y "Tráfico pesado".

Poemas de Víctor Redondo

Seleccionamos del listado de arriba, estos poemas de Víctor Redondo:

Flor caída

El hombre que yo era empeñado en demostrar
la imbecilidad de vivir
la piel desnuda flor seca
ambulaba por el mundo.
Tomaba un ritmo del aire, una flor del éxtasis
en el placer caía en el humo.
La flor de la hez de la palabra.
El hombre que yo era
- hilo de espuma vuelto de la aniquilación de sí como un viento en el humo se observaba en el espejo de la soledad del hambre.
Observaba la flor pálida de un rostro caído observarse, triste y aburrido, en el espejo vacío.
Encorvaba la pluma del aire como una garza bailando en el resplandor.
Era la patética figura del no va más.
El hombre que yo era
empeñado en demostrar
su no existencia cerraba la puerta y se perdía en la desmesura del sol.

Un sueño de Paracelso

Mago de espina seca
astrada medialuna
bajo el carmen perfecto vio
dos mañanas de fuegos azules
ardiendo entre cristales sabios
el amor lejos siempre de la sabiduría
más calor, más agua verde,
amenazando qué estirpe religiosa
tras la cortina
el pasillo laberinto
el silencio y la letra
creció el humo y nació la piedra
la virtud.

La destrucción de la realidad

Como operación delicada que es, los poetas
comienzan a roer la realidad con tal delicadeza
[e inocencia
que nadie, juraría, creería que eso es lo que
[sucede.
Se desmontan los mecanismos del pensamiento.
La orfebrería mental
se desvanece.
La realidad se aleja del corazón. Desaparece el
[placer.



(Otra manera de verlo:
el mundo se aleja de los hombres
porque el mundo los sobrepasa en inteligencia,
veut dire: la Tierra piensa.)

Se destruye la tapa de lo razonable: el cerebro
estalla.
Entonces la vuelta de tuerca,
el golpe de efecto,
retroceso para la ironía:
se ha ido,
se ha ido,
repite la voz: se ha ido
un hombre viejo que al enfrentar su vejez
decidió arrancar de la muerte
un argumento: la revelación de un misterio:
ver
lo que no existe.

Tráfico pesado

Un pájaro con un cajón en la boca.
Un galeón de oro tripulado por ratones blancos.
Un pez que cuando nada a dos aguas desgarra
(el casco de todos los barcos.
Una hora de nuestra vida que no lograremos recordar.
Una botella de whisky vacía con la lengua de un náufrago.
Una palabra que no podré decir cuando me vaya.
Un vagabundo durmiendo bajo un puente.
Un barco cuya tripulación no conoce el mar.
Un error que volverás a cometer.
Una fantasía homosexual que te obsesiona.
Un verdugo aterrorizado afeitándose con una navaja (frente a un espejo.
Un vagón del subterráneo donde ella murmura:
('Todo está perdido'.
La soledad de un hombre que viaja por sus venas (y se pierde antes de llegar.
El dar vuelta los relojes para evitar el degüello.
El espacio interior vacío de un ataúd y el espacio que lo rodea.
El imán que no atrae ni a su sombra.
Una iglesia de sillas eléctricas.
El abanico fantástico con el que podrías
(atraer planetas hasta tu ventana.
Todo lo que cabe en un espacio similar al triángulo
(formado por el ángulo de inclinación
de la Torre de Pisa.
Nunca asesines a quien no amas.
Trafica tus segundos con la eternidad.

Ópera prima

Dos mujeres bajo la luz conversan
cinturón de plata ciñendo
nadie habrá entre plata y piel
dos mujeres conversan bajo el abanico dorado del aire
palabras similares para cinturón y piel
'nadie como el oscuro'
bajo la luz conversan

y de lo cierto incierta palabra dará testimonio

dará una hermana muerta
envuelta en el collar de sus ojos

cuando acuerden será sobre algo que no existe

las dos mujeres que conversan
abren en el aire del dorado abanico
a ese nadie que plata y piel transita
buscando no repetir lo irrepetible

simulaban siempre otra existencia
la que era otra y otras en las que eran
El sentido de las canciones
¿pero dicen visión ?
Dicen lo que dicen.

Dos mujeres.
O dos.





(A D.B. y M.D.)

(Circe, cuaderno de trabajo 1979-1984)

Canción para Laura

Un país donde el mar y la carne fueran un
                    [templo
donde el cuerpo y el agua al unirse
donde la partición de los ojos enamorados
                    dieran luz a un palacio inmenso


Un pájaro de lunas abiertas, ensangrentado,
desatara el inusitado fervor
la baraja de lo Inesperado saltando como un
                    [ácido
                    dieran luz a un palacio inmenso



La transpiración del mar este alcohol
la fiebre que bordea los espejos
la risa inocente como un aullido
                    dieran luz a un palacio inmenso



Una mariposa negra desde el abismo del techo
una araña crucificada que canta su sombra
insecto cuerpo, sacromonte
                    dieran a luz un palacio inmenso



querer aquí la vida
esta mano este cuello estas bocas
este deseo bajo la mirada del tigre
                    dieran


El círculo de tiza en la máscara brillante
la herida en la más abierta acabar
acabar
                    dieran luz



Un país Un país comarca encendida
el húmedo paisaje donde la luna roja se estrella
y bendice la unión de dos cuerpos bajo las
estrellas
                     dieran a luz un palacio insomne



La puerta que se abre sin estar cerrada el
                    [murmullo
de las paredes desprende una palabra
                    [incomprensible
                    que cubre de misterio el desierto arrasado del
                    [amor
                    dieran luz a un palacio inmenso



aquello que no supimos pronunciar con
                    [nuestras palabras
aquello que reclamó palabras nuevas para su
                    [fiesta
aquello que rima con alegría y espanto

como certeza en lo blando
risa en lo oscuro
huesos de diamante
                    dieran luz a un palacio inmenso


También los años que se abren paso como un
                    [asesino perfecto
las bocas vacías quebradas mudas que han de
                    [darse
al vidrio donde duerme la espuma blanca
                    [dieran luz a palacio



el amor diera luz
el abrazo diera luz
la entrega diera luz
y en un gran concierto de glorias y derrotas
                    dieran luz a palacio inmenso.