Marcamos territorio. 
Hasta aquí, tu frontera.
Tus amigos. Mis bares. 
Antes de que se ponga
el sol  
dejarás este  el  pueblo.
Tengo el arma cargada.
Dispararé a matar
cuando te encuentre.
La ciudad es ahora
territorio enemigo.
Llenaré las farolas,
cada árbol del parque
con carteles de búsqueda.
Recompensa: mil días
por tu cuerpo.
Desnudo, a ser posible.
Volver a Rodolfo Serrano
