Aquella noche el mar no tuvo sueño.
Cansado de contar, siempre contar a tantas olas,
quiso vivir hacia lo lejos,
donde supiera alguien de su color amargo.
Con una voz insomne decía cosas vagas,
barcos entrelazados dulcemente
en un fondo de noche,
o cuerpos siempre pálidos, con su traje de olvido
viajando hacia nada.
Cantaba tempestades, estruendos desbocados
bajo cielos con sombra,
como la sombra misma,
como la sombra siempre
rencorosa de pájaros estrellas.
Su voz atravesando luces, lluvia, frío,
alcanzaba ciudades elevadas a nubes,
cielo Sereno, Colorado, Glaciar del infierno,
todas puras de nieve o de astros caídos
en sus manos de tierra.
Mas el mar se cansaba de esperar las ciudades.
Allí su amor tan sólo era un pretexto vago
con sonrisa de antaño,
ignorado de todos.
Y con sueño de nuevo se volvió lentamente
adonde nadie
sabe de nadie.
Adonde acaba el mundo.
Volver a Luis Cernuda
Bello poema, expresa los anhelos de lo incomprendido
Es un ensueño de poema, grande como el mar, claro como la luz de la estrellas y acariciador como la risa de los niño.
Rafael.
Es un poema triste , construido con tan bellas metáforas!!!!
ME ENCANTÓ
Es un no desear amor para no caer en desamor. Profundo pensamiento al sentimiento que no quiere ser herido.
Tristeza... incomprensión... desamor!... por eso el mar nunca duerme pendiente de arrastrar hacia su profundidad todo lo imperfecto, todo lo ingrato!
Y CON SUENO DE NUEVO SE VOLVIO LENTAMENTE
A DONDE NADIE
SABE DE NADIE.
A DONDE ACABA EL MUNDO.
perfecto.. Cernuda uno de mis favoritos
Debes estar registrado para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.