para Rubén Tamez Garza
Pienso en la fecha de mi suicidio
y creo que fue en el vientre de mi madre;
aún así, hubo días en que Dios me caía
igual que gota clara entre las manos.
Porque yo estuve loca por Dios,
anduve trastornada por él,
arrojando el anzuelo de mi lengua
para alcanzar su oído.
Su fragancia penetraba en mi piel
palabras que no alcanzo a entender,
que no voy a entenderlas, quizá...
Aprendí muy tarde a conocer varón,
lo sentí dilatarse con toda su soledad
dentro de mí.
Fue una jugada turbia,
un error sin caminos.
Fue descender al núcleo fugaz de la mentira
y encontrarme, al despertar, rodando en el vacío
bajo una sábana de espanto.
Fue lavarle la boca a un niño
con un puño de brasas
por llamar natural lo prohibido;
por arrastrar con cara de mujer madura,
ese carro de sol inútil: la inocencia.
Fue arrancarte las uñas de raíz,
arrastrarte,
meterte en la oquedad de la miseria, a bofetadas,
por el ojo hecho llama sombría, del demonio.
Volver a Enriqueta Ochoa
Me encanto sin duda alguna.
¡Qué fuerte! Pero... ¡¡QUÉ BUENO!!
me gusto, es fuerte el poema
Profundo poema ante la vida, cuando la vida misma es dolor.Gracias por compartir.
es un buen poema, algo triste muy reflexivo, me gusto felicidades, un beso ene.
es la enseñansa de la misma vida
Un poema que denota una rebelión muy grande ante los errores de la vida. Sus metáforas son muy buenas proque llevan a la reflexión. Felicidades. Gracias.
en esta vida se comete muchos errores, pero si fuera facil que razon tendria vivirla
excelentes versos
EXCELENTE, MUY BUENO...
Me ha dejado cavilando...
que reflexivo y profundo son letras enmarcadas a la verdad que le dan luz y sentido a la vida
ESO ES POESÍA...PUBLICAR MÁS DE SU OBRA...GRACIAS
Me fascinó el lenguaje y sus imagenes atrevidas para la tradición conservadora de la poesía.
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