Términos sobre salud mental en nuestro Taller Literario

Repasamos algunos términos sobre salud mental en nuestro Taller Literario.

Términos sobre salud mental en nuestro Taller Literario
 

 

Hoy nos toca un artículo nuevo para nuestro Taller Literario. En esta ocasión vamos a aclarar algunos conceptos sobre la escritura de términos en el mundo de la salud mental.

Este artículo se apoya en publicaciones realizadas en la Web del Español Urgente. Puedes consultar otros textos similares en nuestra sección Taller Literario.

 

 

Denominaciones de enfermedades y personas afectadas

La redacción de las noticias en el entorno de la Salud Mental requieren de cierto tacto y de una comprensión total de la importancia de las palabras adecuadas para denominar cada cosa. A continuación veremos algunos nombres importantes.

Para hacer referencia a aquellas personas que padecen algún tipo de problema en su salud mental podemos decir «persona con trastorno mental» o «con problemas de salud mental» en lugar de «enfermos» o incluso otras más graves como «perturbado» o «loco». La importancia de saber nombrar el dolor del otro.

También se desaconseja sustantiva a una persona por el nombre de la enfermedad que padece. De este modo, en lugar de decir «depresivo», conviene decantarse por otras denominaciones, como «persona con problemas de depresión» o «con trastorno depresivo». Basta con que pensemos en si nos parece adecuado referirnos a una persona con cáncer como «un canceroso», para comprender que del mismo modo no es adecuado referirse de este modo para una persona con problemas en su salud mental. Las enfermedades no nos determinan, las padecemos pero somos más que ellas.

Para hacer referencia a las instituciones o los lugares donde se ofrecen servicios para tratar a las personas con problemas de salud mental tenemos conceptos como «centro de salud mental» o «centro de día» o «centro de rehabilitación», dependiendo del tipo de instalación a la que se desee hacer referencia. Se rechazan términos como «manicomio» o «loquero», por su carácter peyorativo.

Del mismo modo, las personas que van a tratarse a estos lugares no «son recluidas o encerradas» sino que «ingresan» o «asisten».

Términos sobre salud mental en nuestro Taller Literario

Trastorno mental y discapacidad intelectual

Cabe mencionar que un problema de salud mental no es una discapacidad intelectual. Muchas veces confundimos las cosas y no ofrecemos una comunicación clara porque ni siquiera nos preocupamos en distinguir las cosas. No se trata de qué es mejor o peor sino de determinar sus diferencias y llamar a cada cosa por su nombre.

Un trastorno mental no necesariamente afecta el desarrollo intelectual, puede tratarse de una afección al sistema emocional o a las capacidades para interactuar con los demás. De este modo, trastornos mentales como la bipolaridad, la esquizofrenia o la ansiedad deben ser denominados como «problemas de salud mental», mientras que afecciones como el autismo, el daño cerebral adquirido o el síndrome de Down no son «problemas de salud mental» sino «discapacidades intelectuales». Se definen de este modo aquellos trastornos que se producen por una alteración en el desarrollo del ser humano que limita su funcionamiento intelectual afectando su conducta adaptativa.

Siguiendo por este camino para referirnos a una persona que tiene alguna limitación física, sensorial o intelectual el concepto adecuado es «persona con discapacidad» en lugar de otras formas peyorativas como «discapacitado» o «minusválido». Volvemos a la misma idea: al denominar a alguien de esta forma estamos reduciéndola a esa limitación, mientras que si decimos «con discapacidad» ampliamos las posibilidades. Esa persona es mucho más que aquello que la limita: si tenemos en cuenta esto seguramente podremos tratar mejor a las demás personas.

Asimismo, expresiones que cargan con una intención despectiva, como «subnormal» o «inválido» también son totalmente reprobables. Se recomienda también que para referirse a alguien con una determinada dolencia no se utilicen verbos como «padece», «sufre» o «arrastra», que podrían dar lugar a sentimientos negativos por parte de la persona a la que se hace referencia, de este modo se prefieren formas como «tiene».

Y hasta aquí nuestro artículo de hoy. Nos parece que tener en cuenta todos estos consejos puede sernos de gran ayuda para aprender a expresarnos con mayor claridad y sin herir los sentimientos de nadie. Y no olvides: en nuestro Taller Literario podrás encontrar una gran variedad de artículos con ideas sobre ortografía y gramática española. Aprender a comunicarnos adecuadamente es fundamental para poder llevarnos bien con los demás.

Términos sobre salud mental en nuestro Taller Literario

Comentarios1

  • Ramon33

    APRECIABLE TES: MUY ILUSTRATIVO Y ÚTIL TU ARTÍCULO SOBRE SALUD MENTAL .GRACIAS. QUE ESTÉS BIEN.



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