Presentación de «Marga. Edición Juan Ramón Jiménez» en la #FLM15

Una tarde quieta en la Sala Iniciarte del Palmeral de las Sorpresas. Parece que el clima se ha decantado por la claridad, por esa limpidez que caracterizó la voz de Juan Ramón Jiménez. Una tarde que nos invita al recogimiento para acercarnos a la vida breve pero apasionada de Marga Gil. Una mujer artista que con suma delicadeza y entusiasmo nos presentaron Marga Clark (sobrina de Marga Gil) y Carmen Hernández-Pinzón (sobrina nieta de Juan Ramón Jiménez), acompañadas de la prestigiosa presencia de Guillermo Busutil.

El diario de Marga Gil Roësset publicado por la Fundación José Manuel Lara se encuentra escrito a lápiz y denota la viva intensidad con la que vivió esta joven enamorada de Juan Ramón Jiménez. Lo que tenemos entre las manos es un texto fervoroso que entregó al poeta el mismo día en el que se quitó la vida rogándole que no lo leyera entonces. 83 años después de su suicidio este diario llega a nosotros en un acto organizado por el Centro Andaluz de las Letras y la Fundación José Manuel Lara que tuvo lugar el lunes en el marco de la feria del libro de Málaga. Aquí un breve resumen de la tarde.

Una foto sin nombre

…decía JRJ cuando creía que la precisión en la poesía era posible; cuando buscaba en ella la corrección que no hallaba en la vida. Pero un día muerte, exilio, enfermedad le demostraron que las palabras también tienen un germen inexacto y que la búsqueda sólo otorga una cierta paz pero jamás la precisión. Por eso, muchos años después escribiría:

19hs. La tardecita de la primavera malagueña es una de las más hermosas que he conocido hasta ahora. Al lado, el mar brilla con el sol que va despidiéndose. En una calidez así es difícil no volar a los versos de Juan Ramón:

Comenzó el diálogo el periodista y narrador Guillermo Busutil. «Esto más que un diario es una bitácora de amor imposible o un poema de amor póstumo» dijo. Y a partir de esa sentencia fue desentramando los puntos más relevantes de este libro y preguntando a las protagonistas de su publicación acerca de la forma en la que este complejo artefacto fue nacido.

Carmen Hernández-Pinzón comenzó diciendo que supo de la existencia de Marga mucho más tarde de conocerla. Y se explica. Había un retrato en casa de su familia de una persona (una mujer) que no se sabía bien quién era y que cada vez que alguien intentaba desvelar su procedencia aparecían difusas respuestas. No se daban explicaciones. El diario estuvo perdido durante mucho tiempo; cuando JRJ se fue exiliado a Puerto Rico se lo dejó en España con la esperanza de publicarlo a su regreso, pero este jamás tuvo lugar. Poco antes de morir el poeta, el padre de Carmen fue a visitarlo y recibió el pedido encarecido de que lo publicara porque «Marga tiene que ser rescatada del olvido«, le dijo.

Durante años el diario estuvo guardado porque la familia no sabía bien qué hacer con él. Era una declaración muy intensa de una persona enamorada que, todo apuntaba, se había matado a causa de JRJ y siendo un hecho tan dramático, debía ser tratado con cierta delicadeza.

Cuando Carmen lo leyó quedó conmocionada; pero se dio cuenta de que la obligación como familia de Juan Ramón era sacar a la luz esta historia: no sólo para hacerse cargo de lo que su sangre tuviera de responsabilidad en lo acontecido sino también para cumplir con la última voluntad del JRJ. «Juan Ramón dejó muchos proyectos a medio acabar pero éste estaba terminado, listo para ser publicado. Y tal cual estaba lo publicamos, incluso utilizando la fotografía que él había dejado en la carpeta«.

Cuando le tocó el turno a Marga expresó que viene luchando desde hace mucho por reivindicar el lugar que se merece su tía entre los artistas de España y salvarla del silencio al que la han condenado. De ese mutismo gran parte de la responsabilidad la tiene su familia que ha intentado mantener oculta la vida de Marga. «Cuando yo era niña el tema de Marga era tabú. Nadie quería recordarla, aunque es un poco paradójico que mis padres me hayan puesto su nombre. ¿No? Quizá sí querían recordarla pero no sabían cómo hacerlo. Ahora yo siento que ese es mi trabajo«. La muerte de Marga destruyó a la familia: sus padres (los abuelos de Marga Clark) fallecieron al poco tiempo y los dos hermanos de la amante de JRJ cargaron siempre con mucha culpa y tristeza por esa vida, y esa muerte.

Marga que no es Margarita

«Llamémosle Marga porque ella seguramente no se sentía Margarita, como tampoco yo me siento. Y les pido que nos basemos únicamente en las palabras escritas por mi tía y dejemos de lado las suposiciones«. Así comenzó su intervención Marga Clark; rechazando la duda discreta de Guillermo que intentaba dejar volar la imaginación en torno a la misteriosa relación que mantuviera Marga Gil con Juan Ramón Jiménez. Y entonces yo me preguntaba ¿qué significan las palabras? ¿Existe una única forma de entenderlas?

La obra de Marga es agónica e intensa. Esto es algo que resaltaron los tres. Era una persona con una voz propia muy característica y una vida interior bastante particular.

Marga Clark declaró en repetidas ocasiones su inmenso interés en que Marga sea recordada como una importante artista más que simplemente como una niña que estaba enamorada del gran poeta. Según ella la calidad de lo elaborado por Marga Gil se escapaba a los parámetros de su tiempo; y por haber sido tan incomprendida tampoco es justo que ahora que ha sido desenterrada del olvido se la estigmatice simplemente como la joven que se quitó la vida por ese amor imposible.

Un acto antisuicida

«Marga destruye toda su obra pero ese diario se lo lleva a JRJ, acometiendo un acto que en nada se condice con la actitud de un suicida«, declara Busutil.

Creo que ese es el punto fundamental de la obra y de la conversación: Marga encuentra en el suicidio no la posibilidad de terminar con la vida sino de prolongarla; una visión muy artística por cierto. ¿Es posible que haya sido ese diario, que significaba todo lo que amaba y todo lo que le importaba, la mejor forma de permanecer en la vida? «Que Marga dure lo que dure mi obra» fueron las palabras de JRJ según Carmen.

«No creo en el amor simultáneo de dos corazones. En el amor siempre uno se sacrifica«, expresó Marga en una entrevista. En esa idea del amor trágico, del corazón que se ofrece en sacrificio ante la posibilidad inútil de ser correspondido, reside el eje de este diario en el que también podemos encontrarnos con la fascinación que sentía Marga no sólo por JRJ sino también por Zenobia.

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Y vuelve Guillermo a intentar sobrepasar las fronteras de lo dicho, a buscar en las palabras el sentido profundo; porque si no somos capaces de atar cabos de imaginar (o imajinar) a través de las palabras, para qué las deseamos. Y entonces se aferra a las palabras de Marga «Cuando me dejas imajinar que me quieres«… y se pregunta hasta qué punto todo ocurrió en la cabeza juvenil de Marga y no hubo una cierta aceptación por parte de JRJ.

«Quédemonos con lo que dice mi tía en ese diario y no hagamos suposiciones», vuelve a rebatir sus intentos de narrador Marga Clark. Pero ¿acaso suponer e imaginar no son las herramientas que hacen posible y necesaria la literatura? Y entonces vuelvo a JRJ.

No hablemos de culpables. No hablemos de hechos. Leamos este diario como quien abre la ventana y permite que el aire de la ficción lo sobrecoja. Dejemos que sean las palabras las que se acerquen a nosotros y nos permitan hilar y comprender el sentido de la vida… y también de la muerte.