Hasta el próximo 23 de junio se podrá apreciar en el Museo de Brujas un documento de gran valor tanto histórico como cultural: el denominado manuscrito Gruuthuse.
Este material que las autoridades de la Biblioteca Real Flamenca compraron en 2007 (año hasta el cual fue parte de una colección privada), fue desarrollado a comienzos del siglo XV y, según datos que pudo recoger El Universal, representa un extraordinario testimonio de la cultura y el pueblo del medioevo.
La muestra se enmarca en una iniciativa bautizada como “Amor y Devoción. El manuscrito Gruuthuse” que, además de permitir que se aprecie esta joya literaria donde aparecen recopiladas diversas canciones tradicionales de los Países Bajos, se complementa con la exhibición de piezas antiguas y objetos artísticos que buscan reconstruir de alguna manera cómo era en el siglo XV la ciudad belga ubicada a noventa kilómetros de Bruselas. Tesoros decorativos, elementos de uso cotidiano, pinturas, esculturas y reliquias son parte de esta propuesta que, por lo que simboliza y ofrece, despierte interés a nivel internacional.
Cabe resaltar que el manuscrito Gruuthuse fue desarrollado entre los años 1395 y 1408 a pedido de alguien que no ha podido ser identificado. Lo que sí se sabe de este trabajo donde se registraron casi 150 canciones, 18 creaciones poéticas y 7 oraciones en formato de verso que su nombre hace honor a un bibliotecario de Brujas llamado Lodewijk van Gruuthuse. Si el documento pasó a la Historia y es considerado hoy en día una valiosa joya histórica, cultural y literaria es por su antigüedad, ya que no hay una colección más vieja que reúna gran parte de la producción literaria de la Brujas del siglo XV.
Como se puede advertir, esta exposición que por estas horas tiene lugar en territorio belga invita a bucear en el pasado y descubrir, desde las letras y el arte en su conjunto, cómo se vivía y cuál era el espíritu religioso predominante en la Bélgica medieval.
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