Autores españoles reflexionan sobre la crisis mundial

Un día después de haber trascendido el aumento en la venta de libros en la costa atlántica argentina a pesar de la crisis financiera que se vive a nivel mundial, la relación entre dificultades económicas y crecimiento editorial vuelve a estar en el centro de la información.

Aunque, a diferencia de ayer, hoy no son las compañías del rubro las que prestaron testimonio ni el escenario elegido para analizar el impacto de la crisis en el mundo de las letras es Argentina, las experiencias de diversos autores españoles también resultan de gran utilidad para sacar conclusiones acerca de cómo repercuten, o no, los problemas económicos en el ámbito literario.

Consultado por El País, el novelista Juan Cobos Wilkins aseguró que su trabajo no ha sido afectado en gran medida por la crisis ya que, si bien disminuyeron un poco las conferencias y las invitaciones de lectura, sus obras se siguen leyendo y reeditando sin necesidad de que él se involucre en negociaciones «para ver si algún libro se publica o no».

Desde el punto de vista de José María Pérez Zúñiga, quien reconoció que, como consecuencia de los problemas financieros, «las editoriales arriesgan cada vez menos en sus apuestas», el colapso económico que repercute en gran parte de los países del mundo «no va a afectar tanto a los escritores ya que, a pesar de esta situación, el libro se vende más que nunca por ofrecer una forma de evadir la realidad».

Al igual que Cobos Wilkins, el poeta Juan Lamillar también notó una disminución en las invitaciones que solía recibir para brindar conferencias o participar en jornadas de lectura. «Creo que el dinero público no se va a poder gastar tan alegremente como antes», señaló este autor que trabaja como profesor de Literatura del IES San Pablo de Sevilla antes de opinar que, desde su rol de visitante de librerías, nota «una superproducción bibliográfica que se tendrá que ajustar».

Comentarios1

  • Raoul Shade

    Los libros que ofrecen una forma de evadir la realidad, son los que más se venden porque no resuelven nada, ni son capaces de analizar nada.
    Lo mismo sucede con las películas basura de Hollywood: mucha acción violenta, muchos héroes cibernéticos y nada más. Las películas que nos hacen reflexionar a fondo y replantear nuestra percepción de la realidad (Fassbinder, Pasolini, Buñuel, entre otros grandes cineastas) no son rentables. Lo mismo pasa con la literatura. Mucho Coelho y Gioconda Belli en las librerías de Buenos Aires. Mucha trivialidad y erotismo barato.



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