Hay un ojo que no duerme,
un oído sin forma,
una piel que roza lo que no existe.
Es la imaginación —
ese animal que habita en la penumbra
y respira lo invisible:
que las guerras se callan,
que el hombre olvida cómo esclavizar,
que el hambre no existe
porque el pan se comparte
como el sol.
Se imagina
un mundo limpio,
seguro,
donde los niños juegan
sin miedo,
y los viejos ríen
como si el tiempo fuera un amigo.
Que el amor no se compra,
que la tierra respira,
que el cuerpo no se usa
sino se honra.
Imaginar
que hay un sexto sentido,
más fiel que los otros,
más libre que la vista,
más profundo que el tacto.
Con él leemos los gestos del viento,
desciframos los rostros en los espejos,
y sentimos la tristeza
de una piedra quieta.
No es locura.
Es memoria del alma,
que aún recuerda
que una vez supimos volar,
cuando el amor era llama,
y el cuerpo, alas.
Porque imaginar
es recordar lo que el alma
nunca quiso olvidar.
—L.T.
11/19/2025
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Autor:
LOURDES TARRATS (
Online) - Publicado: 19 de noviembre de 2025 a las 19:18
- Comentario del autor sobre el poema: Amigos: El poema “El sexto sentido” surge inspirado por la frase filosófica de Paul Éluard sobre la imaginación como un sexto sentido. Explora el poder transformador de imaginar un mundo mejor, un poder que nace de la certeza interior, del alma profunda, de que nuestras fantasías no son simples ilusiones o quimeras. Imaginar, más que una evasión, se presenta como un acto sagrado que reaviva la memoria esencial de nuestra humanidad compartida.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

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