Contemplo en el sendero de mis días,
al joven, cual rosal resplandeciente,
que en su hermosura efímera y naciente
se deshoja entre dulces melodías;
mientras, el sabio anciano en sus valías
permanece cual faro omnipresente,
su frente coronada, refulgente,
de invernales y excelsas letanías.
¡Oh misterio del tiempo inexorable!
Que siega así el verdor de la inocencia
y preserva al longevo venerable;
mas hallo en este duelo la prudencia:
las voces de los viejos, inefable
legado de su límpida sapiencia.
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Autor:
Javier Julián Enríquez (
Online) - Publicado: 16 de noviembre de 2025 a las 13:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Antonio Pais, Llaneza, EmilianoDR, Tommy Duque

Online)
Comentarios2
Javier poeta bueno qué decirte ya no sepas una excelente plasmar de letras que componen este poema siempre es un placer pasar por vuestro espacio un abrazo cordial en la distancia
Estimado amigo, Antonio, muchas gracias por la lectura del poema y apreciado comentario. Cuídate mucho.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
mas hallo en este duelo la prudencia:
las voces de los viejos, inefable
legado de su límpida sapiencia.
Gracias por compartirlo estimado Javier Julian muy emotivo con un gran mensaje.
Un placer saludarte.
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