AVISO DE AUSENCIA DE 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮
Soy Licenciado en Lengua y Literatura, en aras de futuro y amistad.
Presentado por Poemas del Alma
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Presentado por Poemas del Alma
Reyerta VI
¿¡Qué dices hija mía!?, —habló la vieja—
¿Acaso te ha gustado ese rufián,
no ves, que está ofendiendo al talismán
y tú, dizque queriendo ser pareja?
¿Te crees tan libertaria como oveja,
sabiendo que por ti, yo busco el pan?
No tienes ni la idea, sacristán
de quién se quedará cuan asemeja.
Así que, no tendrás más sensación
que ser, un alacrán enmascarado,
sin pena, sin portal y sin razón.
Mi niña es una prístina bendita,
de ti, no creería, verte al lado;
mejor, es ser abeja que termita.
Samuel Dixon
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Autor:
Samuel Dixon (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de noviembre de 2025 a las 18:54
- Comentario del autor sobre el poema: Hay situaciones complejas, tan complejas que no se saben entender.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, ✏️...Ana, Mª Pilar Luna Calvo, alicia perez hernandez, JUSTO ALDÚ, Gloria Villanueva, Gustavo Affranchino, Mauro Enrique Lopez Z., Jaime Correa, Éusoj Nidlaj, Salvador Santoyo Sánchez, EmilianoDR, Lualpri, Rafael Escobar, Javier Julián Enríquez, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Llaneza, Una voz, WandaAngel, Poesía Herética, Andiuz, Cosas que nunca os he dicho..., Gonzalo Márquez Pedregal

Offline)
Comentarios1
Así es el mundo. De que las hay, las hay. / Situaciones.
De sabor clásico, con un diálogo encendido tu poema que recuerda a los antiguos dramas familiares donde la autoridad materna se enfrenta al ímpetu juvenil. La voz de la vieja —férrea, moralista, temerosa del deshonor— se alza como símbolo de una tradición que se resiste a morir, mientras la figura del “rufián” encarna la amenaza del amor libre, del instinto frente al mandato.
El poema, entre la ironía y la severidad, despliega una musicalidad firme, sostenida por el metro endecasílabo y las rimas abrazadas que le confieren tono sentencioso. Las imágenes —“alacrán enmascarado”, “abeja que termita”— funcionan como juicios morales disfrazados de metáforas animales, recurso que añade teatralidad y carácter. Detrás del regaño late una ternura dolida: la madre protege, pero hiere; teme perder, pero no sabe amar sin imponer. En esa tensión se consuma la reyerta: la eterna disputa entre el amor y la costumbre.
Saludos
Exactamente. Es una situación muy delicada.
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