INUNDACIÓN (verso libre)
Llueve sin pausa,
como si el cielo hubiera recordado sus deudas.
El río, que ayer cantaba bajito entre las piedras,
hoy ruge con voz de gigante despierto,
desbordando su furia sobre los patios del hombre.
El campesino mira su casa temblar.
El agua entra sin pedir permiso,
levanta las sillas, las ollas, los sueños.
La cama flota como un barco cansado,
y en los ojos del perro hay un miedo antiguo,
ese que solo entiende el que ha perdido.
Las gallinas gritan en su corral deshecho,
la vaca mugiendo busca tierra firme,
y el río —ese dios de barro y furia—
no distingue si arrastra ramas o recuerdos,
si devora el maíz o las oraciones.
El hombre corre, salva lo que puede,
una foto, una manta, una vida.
Su corazón late como tambor de agua,
porque sabe que el río no odia,
solo cumple su destino de arrasar y seguir.
Y cuando el sol asome tras el desastre,
quedará el silencio,
la tierra empapada de lágrimas y barro.
Pero el campesino, terco como la semilla,
volverá a sembrar,
porque aún en la pérdida germina la esperanza.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de octubre de 2025 a las 20:29
- Comentario del autor sobre el poema: El Huracán Melissa se aproxima con furia a Jamaica con vientos de 260 kmts x hora, sus secuelas se dejan sentir en toda Centroamérica también. Lluvias torrenciales en las montañas y el desbordamiento de rios que provocan INUNDACIONES con sus tragedias que generalmente afectan a los más humildes. BREVE ANÁLISIS DE "INUNDACIÓN": El poema despliega una atmósfera de violencia natural y melancolía, donde la lluvia y el río se convierten en agentes de poder absoluto, casi divinos, que arrasan con todo a su paso, reflejando la fragilidad humana ante la naturaleza. La voz lírica observa con empatía y cercanía, captando tanto la acción como la emoción del campesino, sus animales y sus objetos, dotando al desastre de un peso casi sagrado. La técnica se sostiene en imágenes vívidas, encabalgamientos y metáforas de fuerza y resistencia (“el río —ese dios de barro y furia—”), mientras que la estructura de verso libre permite un ritmo fluctuante, que imita la imprevisibilidad de la tormenta. La síntesis es un himno a la resiliencia, donde la pérdida y la destrucción no borran la esperanza: la semilla volverá a germinar, y con ella, la vida.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 166
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Antonio Pais, benchy43, Maxi Aristarán, Hernán J. Moreyra, Lualpri, Antonio_cuello, Una voz, alicia perez hernandez, Myraim Buritica, **~EMYZAG~**, LOURDES TARRATS, Emilia🦋, Alma Eterna, Mauro Enrique Lopez Z., MISHA lg, Amanecer, Ingrid Zetterberg B., El Hombre de la Rosa, Mael Lorens, David Arthur, Lucía gómez, Poesía Herética, William26🫶, Javier Julián Enríquez, Mª Pilar Luna Calvo, Carlos Baldelomar, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Rafael Escobar, Annabeth de León, JoseAn100, Elise Beher, Letras Enel Horizonte, Manuel Valles, WandaAngel

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Comentarios10
Excelente prosa amigo Justo, un relato que, poéticamente, muestra uno de los lados violentos de la naturaleza. Que Dios ayude a esos pobladores.
Un abrazo.
Ruben.
Muchas gracias amigo benchy por tu comentario. Esto es verso libre, no prosa ni prosa poética. La diferencia principal es que el verso libre mantiene la disposición de líneas y la estrofa propia del verso, aunque sin rima ni métrica fija, mientras que la prosa poética se escribe en párrafos continuos, utilizando un lenguaje y recursos poéticos. Del verso libre hay muchísimos ejemplos, yo sigo a Walt Withman uno de sus representantes.
Saludos
Comprendo amigo Justo, gracias por la aclaración. Aunque no lo creas, estoy aprendiendo.
Buenas noches.
Yo aprendí de usted a hacer haikus, cuando le enseñaba a Elo Cobarrubias (Mexicana)
Que tremendas son a veces las inundaciones querido amigo.
Mucha gente pierde todo, incluso hasta la vida.
Muy triste y verídico.
Te dejo un abrazo y gracias por compartir tus letras.
Gracias, muchas gracias Luis, que estés bien y que tengas una buena semana.
Saludos.
El campesino mira su casa temblar.
El agua entra sin pedir permiso,
levanta las sillas, las ollas, los sueños.
La cama flota como un barco cansado,
y en los ojos del perro hay un miedo antiguo,
ese que solo entiende el que ha perdido.
......
A de ser terrible vivir un episodio de esos en una inundación, Recién pasó aquí en el estado de Veracruz se llevó casi media ciudad ya van 35 muertos y se fueron las casas entre la agua. Tu lo dibujas perfecto lo que es una inundación. Saludos y abrazos poeta JUSTO ALDÚ
Si, esperemos que MELISSA no afecte la peninzula y se desvíe hacia el norte, pero si avanza al oeste después de Jamaica lo sentirán primero en Cancún y Quintana Roo y las inundaciones se sentirán. Pedimos a Dios que eso no suceda.
Muchas gracias por tu visita, Alicia,
Un fuerte abrazo.
Tremendo cuando la inundación llega a los hogares a veces sin dar oportunidad de salvar las cosas, la naturaleza es implacable como lo es el hombre con ella.
Muy tristes tus versos y reales.
Retratar un cuadro así me es fácil porque lo viví en mi finca. Muchos campesinos perdieron todo ante la furia del río.
Gracias por tu visita, lectura y comentario.
Saludos
Amigo Justo,
Tu poema INUNDACIÓN es un río de imágenes que no solo arrastra objetos, sino memorias, temores y la terquedad de la esperanza. Se ha enterrado profundamente en mi ser, porque viviendo en Florida he sentido ese mismo temblor en el pecho cuando el cielo se enfurece. He visto cómo la lluvia no solo moja, sino invade, y cómo el viento no solo sopla, sino arranca.
Tu verso me recuerda que el terror de la naturaleza no es solo por lo que se pierde, sino por lo que no se puede proteger: los animalitos que no saben a dónde correr, los vecinos que no tienen cómo escapar, los recuerdos que se disuelven en el barro. Esa ansiedad que describes —el tambor del corazón latiendo sin tregua— es algo que muchos llevamos dentro, aunque no siempre sepamos cómo decirlo.
Gracias por ponerle palabras al desamparo y a la resiliencia. Porque como bien dices, aún en la pérdida germina la esperanza. Y tú, como ese campesino terco, siembras versos que resisten el olvido.
Un abrazo fuerte, amigo de letras.
—LOURDES
Amiga Lourdes.
Te agradezco sinceramente tus palabras. Me alegra mucho saber que el poema logró transmitirte esas sensaciones tan reales y cercanas. Entiendo perfectamente lo que describes, especialmente viviendo en un lugar donde esas experiencias son parte de la vida cotidiana. Me parece excelente que hayas encontrado en el texto un reflejo de la vulnerabilidad y la fuerza que surgen en esos momentos difíciles.
Gracias por tomarte el tiempo de compartir tu vivencia y tu lectura. Te envío un cordial saludo y mi agradecimiento por tu amable mensaje.
JUSTO ALDÚ
Com siempre Justo,
¿Poetas somos?
-LOURDES
Es increíble como estos versos, reflejan el sufrimiento de aquellos que han vivido estos episodios de furia de nuestra madre tierra, nos muestra con sus acciones que no somos nada... Un abrazo
Muchas gracias por esas palabras. Si, la naturaleza es severa en algunos casos y nos hace sentir que no somos nada.
Saludos
asi es el huracán arremete y deja muertos destrozos
gracias por compartir
El hombre corre, salva lo que puede,
una foto, una manta, una vida.
Su corazón late como tambor de agua,
porque sabe que el río no odia,
solo cumple su destino de arrasar y seguir.
besos besos
MISHA
lg
Muchas gracias por tu visita, lectura y comentario MISHA.
Saludos
¡Qué tristes son estas tragedias que arrasan vidas de humanos y animales, ! que destrozan pertenencias y recuerdos. Es horrible cuando se desborda un río, yo nunca lo he vivido, pero he visto en vídeos las inundaciones en Valencia y otros lugares, ¡y cuánto sufre la gente! es un verdadero infierno lo que has descrito, Justo Aldú, en este poema bien logrado. Un saludo en la distancia.
Muchísimas gracias Ingrid por tu visita, lectura y buen comentario.
Tienes mucha razón, hasta el que no lo ha vivido lo siente.
Saludos.
Genial y hermoso tu preciado versar estimado poeta y amigo panameño Justo Aldú
Saludos de Críspulo desde Córdoba
El Hombre de la Rosa
Como siempre Críspulo te doy las gracias por venir a mi espacio, leer y comentar.
Hasta Córdoba, España te envío un abrazo.
Saludos
Has capturado con tus versos Justo la destrucción y el desgracia que causa una inundación.
Lo que amaneza Jamaica lamentablemente es algo que ya hemos visto en otras partes y lo que vamos a ver en el futuro: el cambio climático tenemos nosotros la culpa.
Un abrazo amigo poeta
David
Versos desafortunados amigo David. Muy desaforturnados. Melissa cruzó Jamaica con vientos de 290 kmts. dejando a su paso muerte y destrucción. Las inundaciones no se hicieron esperar. Esperemos no hayan más muertos.
Gracias por comentar y saludos.
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