Entre alambres de espino hallé el camino. Unos pétalos me llevaron hasta ti.
Te encontré desvalido, llorando,
escondido.
Algunas rosas vestían tus
pies.
A tu lado me acerqué y mi rodilla postré,
no tengas miedo, te susurré y con
mi mano tus lágrimas sequé.
Tu cara miré y en tus ojos me hallé,
preguntándome por qué de ti me olvidé.
Perdóname, te supliqué, no fue mi intención, quizás me equivoqué.
Perdóname por todo lo que te hice y por lo que no hice también.
Te quiero y te perdono.
Si alguna vez quieres quedarte en mi vida,
dame la mano, te sacaré de aquí.
Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados
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Autor:
_Incipiens_ (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 9 de septiembre de 2025 a las 15:49
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Annabeth de León, Salvador Santoyo Sánchez, Hernán J. Moreyra, Pilar Luna
Comentarios1
Qué bello, una promesa dulce que si decide quedarse, tu mano le sacara de allí.
Sublimemente hermoso.
Saludos 🤗 🤗
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