_Incipiens_

Perdóname

Entre alambres de espino hallé el camino. Unos pétalos me llevaron hasta ti.
Te encontré desvalido, llorando,
escondido.
Algunas rosas vestían tus
pies.

​A tu lado me acerqué y mi rodilla postré,
no tengas miedo, te susurré y con
mi mano tus lágrimas sequé.

​Tu cara miré y en tus ojos me hallé,
preguntándome por qué de ti me olvidé.

​Perdóname, te supliqué, no fue mi intención, quizás me equivoqué.
Perdóname por todo lo que te hice y por lo que no hice también.
Te quiero y te perdono.

​Si alguna vez quieres quedarte en mi vida,
dame la mano, te sacaré de aquí.

Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados