--+ FRACTURA +--

Carlos Baldelomar

-Aquí va tu nombre-

 

Pasa, que el sol se duerme

sobre los techos oxidados

como un ritual fúnebre

que cada día

se anuncia a mi ventana.

 

Y por capricho

del calendario,

hoy vuelve a ser domingo:

un eco torpe,

una manera mediocre

que tiene

este suburbio del mundo

de imitar tu sombra lejana.

 

Quizá sea el peso 

de este silencio denso,

o está brisa que intenta

y no puede

guardar el toque tibio de tus manos.

Entonces imagino que tus manos

son esos pájaros que huyen

a estas horas,

buscando entre tanto

tejado y concreto:

un nido que no es mi rostro

un refugio lejos de mis brazos.

 

Siendo honesto

estas horas 

tienen poco más de mis manos

mucho de rocío y poco de cielo,

tienen esta costumbre mía

de andar despacio

de imaginarte a medias,

para qué sólo a medias

me faltes.

 

Al final,

uno se rinde a ese rastro

a la promesa incierta

que deja las manchas del ocaso.

Hay una física extraña

propia de la distancia:

Si mirás fijo, muy de lejos,

vez como la tarde 

escribe en su muerte

tu nombre,

fracturando en dos el horizonte.

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  • Autor: Carlos Baldelomar (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 9 de septiembre de 2025 a las 00:12
  • Comentario del autor sobre el poema: Lo que surge del sentimiento de un domingo por la tarde.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 4
  • Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Carlos Baldelomar
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