+ DEMONIOS +

Carlos Baldelomar

Aquí estoy,

más humilde

y poco menos cansado,

guardando mis demonios

que saben ser mansos

si pienso al menos

un poquito en vos.

 

A lo mejor reconocen

en el recuerdo atorado

de mi memoria

unos ojos, que son abismo,

manto oscuro que destella

hogar de mis tristes luciérnagas.

 

Y ahí se quedan, tras la puerta,

respirando bajito

para que no sospeches

que algo en la sombra descansa.

Pero no puedo mentirte,

algunos se me escapan

como gatos por los techos

nocturnos.

Y si arañan la luna

y profanan la buena

voluntad de quererte,

esos, amor,

esos ya no son míos.

 

Mío, es este empeño,

esta necia corriente,

un hilo de agua limpia

que se abre paso en la piedra

y que lleva la imagen de tu rostro

empuñado en su pequeño caudal.

Y qué sé yo hacia dónde fluye...

Me basta que sea un estanque

apacible y profundo,

un refugio donde las bestias,

esas,

se queden sin tierra,

después de todo

algo sé de ellas;

pues en esas aguas

de las que vos, amor bebés,

ellas huyen de su propio rostro.

 

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Comentarios +

Comentarios5

  • MISHA lg

    se siente la tranquilidad de tu pensamiento poeta
    gracias por compartir


    Mío, es este empeño,
    esta necia corriente,
    un hilo de agua limpia
    que se abre paso en la piedra
    y que lleva la imagen de tu rostro
    empuñado en su pequeño caudal.
    Y qué sé yo hasta dónde cae...



    bess besos
    MISHA
    lg

    • Carlos Baldelomar

      Gracias Misha siempre por tus comentarios y lecturas. Abrazos

    • Una voz

      El amor tiene la última palabra, no los seres retorcidos que emergen de la malicia de nuestras almas.

      Dios te bendiga

      • Carlos Baldelomar

        Asi es, ahí se ahogan las bestias. Y es lo que acumulamos para luchar contra ellas.
        Gracias por el comentario estimado!
        Saludos

      • David Arthur

        .....Y ahí se quedan, tras la puerta,

        respirando bajito

        para que no sospeches

        que algo en la sombra descansa.

        Pero no puedo mentirte,

        algunos se me escapan

        como gatos por los techos

        nocturnos.

        Y si arañan la luna

        y profanan la buena

        voluntad de quererte,

        esos, amor,

        esos ya no son míos......



        Demonios Carlos, creo que los hemos todos tenido en nuestas vidas.

        Saludos poeta
        David

        • Carlos Baldelomar

          Si mi estimado poeta, pero siempre con algo bueno y constante se aplacan.
          Gracias por leerme!
          Saludos!

        • JUSTO ALDÚ

          Este poema logra un equilibrio admirable entre confesión íntima y fuerza simbólica. Los “demonios” y “bestias” funcionan como metáforas de las sombras interiores, domadas —aunque fugazmente— por la evocación amorosa.El desenlace convierte al amor en refugio y purificación, cerrando con un eco esperanzado que redime la lucha interior. Interesante propuesta en tu verso librismo Carlos.

          Saludos

          • Carlos Baldelomar

            Gracias por tu valioso comentario estimado.
            Es un honor contar con ello.
            Y que estás letras logren ese significado.

            Saludos desde El Salvador.
            Y nos seguimos leyendo estimado Justo Aldú.

          • El Hombre de la Rosa

            Precioso tu genial versar estimado poeta y amigo Carlos Baldelomar
            Saludos afectuosos desde Torrelavega
            El Hombre de la Rosa

            • Carlos Baldelomar

              Gracias siempre por su lectura estimado amigo y poeta, El Hombre de la Rosa!
              Saludos



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