De hija a madre!✨
De verte, madre mía, me sostengo
pues tu palabra es faro en mi jornada
y tu silencio abriga mi alborada
con tu ternura el miedo desvanezco.
💞
De tu raíz, el mundo yo comprendo
en tu regazo siento la morada
la vida en ti se vuelve consagrada
tu fe me guía, tu bondad la tengo.
💞
Y aunque el camino suele ser incierto
en mí resuena siempre tu consejo
la voz que alienta todo lo desierto.
💞
De hija a madre dejo aquí mi espejo
pues en tus ojos hallo el cielo abierto
y en tu sonrisa el más sagrado reflejo.
De madre a hija!✨
Hija, en tus manos miro la semilla
luz que germina y quiere levantarse
tus pasos nuevos saben abrazarse
a la esperanza clara que me brilla.
💞
Tu risa pura al mundo lo acicala,
con tu ternura limpio las heridas,
y en cada instante vuelven las partidas
en melodía suave que escala.
💞
De madre a hija vuelco mi tesoro,
la fe, la fuerza y todo lo aprendido,
en río de este amor que yo atesoro.
💞
Quiero dejarte un porvenir glorioso,
que en tu destino nunca se haya ido
lo más sagrado: el corazón amoroso.
Mutuo espejo!✨
Somos reflejo en doble transparencia
tú, madre, me formaste con tu canto
y yo, tu hija, devuelvo en dulce encanto
la herencia viva de tu providencia.
💞
El tiempo pasa y borra la apariencia
mas no el cordón que nos enlaza tanto
pues en mi risa vuelves, y en tu manto
mi vida entera halla su querencia.
💞
Ni el fin del mundo quiebra este destino
pues ser de madre a hija es fortaleza
es continuidad sagrada del camino.
💞
Tu sangre corre en mí como pureza
y en cada gesto tuyo hallo el vino
que enciende eternidad y delicadeza.
🌹🍃
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Autor:
Ellie (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2025 a las 14:22
- Comentario del autor sobre el poema: La madre entrega palabras, silencios, canciones, gestos. La hija recoge todo y lo vuelve suyo, transformando herencia en camino. Esa herencia no pesa: se convierte en vuelo. Porque lo que se transmite no es cadena, sino llama, un fuego que se renueva con cada generación. El tiempo pasará, borrará arrugas y sonrisas, pero la unión de madre e hija permanece. No es solo sangre ni memoria, es una eternidad íntima: una forma de existir en la otra, de llevarse mutuamente aunque cambien los días. En ese vínculo, la vida halla su sentido más profundo. Al mirarse, madre e hija descubren que son reflejo. En los ojos de la hija revive la juventud de la madre; en las manos de la madre tiembla la promesa de la hija. Son dos cuerpos, dos historias, pero un mismo rostro de la vida que se repite y se transforma. Y el Padre se siente BENDITO ENTRE LAS MUJERES.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Jaime Alberto Garzón Barrios, Violeta, Alexandra I, Freddy Kalvo
Comentarios3
Muy sentido. Muy liviano tan tierno que moja el alma,
de madre a hija y de hija a madre un sentimiento
tan grande que se forma un ciclo sincero
y adorable son tus versos Mi Eli, saludos.
Madre, sabiduría,
en su canto de amor,
tejiendo la esperanza,
en su hija.
Hija, sueños brillantes,
luz que ilumina,
heredera de su calmada,
madre.
Helideth, un placer visitar tu portal, disfrutar una grata lectura, gracias por compartir.
Un saludo cordial, feliz tarde, Alex.
Muy bien logrados tus versos y cómo los has hilvanado.
Un abrazo fraterno estimada ElidethAbreu.
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