AVISO DE AUSENCIA DE La Hechicera de las Letras
Volví a mi nombre original: La Hechicera de las Letras. No hay giros ni explicaciones innecesarias que dar, solo la reafirmación de lo que siempre he sido.
Quien quiera entender, que lea; quien no, ya sabe que pase de largo.
Aquellos que me bloquean o insisten en ese gesto infantil, no los leo ni les presto atención. Solo una carta con disculpa pública —y aun así— la reconsideraré.
No acepto solicitudes de amistad. No pierdan el tiempo.
Volví a mi nombre original: La Hechicera de las Letras. No hay giros ni explicaciones innecesarias que dar, solo la reafirmación de lo que siempre he sido.
Quien quiera entender, que lea; quien no, ya sabe que pase de largo.
Aquellos que me bloquean o insisten en ese gesto infantil, no los leo ni les presto atención. Solo una carta con disculpa pública —y aun así— la reconsideraré.
No acepto solicitudes de amistad. No pierdan el tiempo.
Todo en orden, menos tu corazón.
Tu pulso acepta el látigo pactado,
mientras tu risa se oxida en hastío;
la calma es lujo que vive exiliado.
Se ofrece el mundo en vitrina y mercado,
te vende espectros de un falso albedrío;
tu pulso acepta el látigo pactado.
Tras el logro te aguarda otro mandado,
tu dogal aprieta el reloj, qué impío;
la calma es lujo que vive exiliado.
Te atrapa el día y queda desangrado,
el alma presa en su propio desvío;
tu pulso acepta el látigo pactado.
No hay tregua: es deber manufacturado,
hundido el sueño en su propio extravío;
la calma es lujo que vive exiliado.
Será el fin un bostezo programado
cuando el silencio devora el vacío;
tu pulso acepta el látigo pactado,
la calma es lujo que vive exiliado.
La Hechicera de las Letras.
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Autor:
La Hechicera de las Letras (
Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2025 a las 01:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, alicia perez hernandez
Comentarios1
cuando se tienen otros intereses tu corazón no interesa
interesantes tus letras poetisa
gracias por compartir
Se ofrece el mundo en vitrina y mercado,
te vende espectros de un falso albedrío;
tu pulso acepta el látigo pactado.
Tras el logro te aguarda otro mandado,
tu dogal aprieta el reloj, qué impío;
la calma es lujo que vive exiliado.
besos besos
MISHA
lg
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