En el ocaso

Miguel Ángel Miguélez



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Soneto I

 

 

Por los vastos paisajes de León

mi espíritu andariego y peregrino

contempla los recodos del camino

que deja tras de sí a su decisión.

 

El tiempo es ya pasado y la elección

pesa más si los pasos son mezquino

y vano caminar hacia un destino

incierto, ausente, roto de un tirón.

 

Mira pues, alma mía, cuánto escombro,

cuánta muerte de piedra sobre piedra,

cuánta la luz extinta envuelta en plata.

 

De los Picos de Europa no me asombro.

Mi sombra, ante el Teleno, firme medra

del Páramo a la Vega maragata.

 

 

Soneto II

 

 

Del Páramo a la Vega maragata,

en un desliz de tiempo, la ribera

confluye a su remanso y, por afuera,

la vida del sendero se desata.

 

Atrás quedó la nieve y su sonata

desborda, caudalosa, la quimera

del álamo reseco, que creciera

al fuego del amor que le arrebata.

 

El barro de las tapias y los huertos

cae despacio, lentamente muertos,

como si no supieran de la errata

 

del hombre que vencido y, a su suerte,

contempla que la luz, ante la muerte,

rebrota diminuta como mata.

 

 

Soneto III

 

 

Rebrota diminuta como mata

de romero que crece entre la umbría

en busca del calor del mediodía

y, de su propio ser, ni se percata.

 

Nace en sombras del alma que, insensata,

rayana a la locura y la osadía,

parece despertar la idolatría

del barro con la herrumbre de su errata.

 

Por eso nada puedo, sino arder

de rabia, pues me quema aquel sarmiento

sin savia en el recuerdo, como son

 

los recuerdos que, ahora, alcanzo a ver

pues surgen del hogar del sentimiento,

la aldea donde está mi corazón.

 

 

Soneto IV

 

 

La aldea donde está mi corazón

viste verdes, eléctricos abriles,

encinas, arboledas y candiles

al cielo, así comieza su canción.

 

Las ventanas abiertas, la pasión

que se nutre del río a los perfiles

de la luna creciente, en las sutiles

melodías del agua y la emoción.

 

Y yo, como lechuza silenciosa,

oteo todo alrededor de mí.

Pongo todo el afecto y atención

 

que merece la magia misteriosa

del sueño en el que vivo pues, aquí,

camino por sus calles de ilusión.

 

 

Soneto V

 

 

Camino por sus calles de ilusión

sus huertos de esperanza, sus praderas

de eternidad y vida, sus linderas

alamedas sin fin como bastión.

 

La llanura se extiende y la visión

continúa en la cumbre y las laderas

y sueña con un mundo sin fronteras

antes aún del último escalón.

 

La noche trae al sauce un aire amable,

el viento del estío una presencia

frugal y deliciosamente grata.

 

El pueblo como marco incomparable

mientras la luna esplende y, con su esencia,

los campos y veredas son de plata.

 

 

Soneto VI

 

 

Los campos y veredas son de plata

camino de las eras. Jornaleros

que viven para el fruto, los obreros

de la tierra que siguen con su ingrata

 

labor, pese a que el mundo los maltrata.

Pues aman como sienten, son sinceros

y sencillos, sus pasos altaneros

y alegres; y su mente en paz, sensata.

 

Los veo en el maizal con los tractores

remando contra el tiempo y la codicia

de un sistema que todo lo abarata.

 

De regreso, despacio, entre las flores,

pienso y, de pronto, el agua me acaricia

del puente de la presa en su cantata.

 

 

Soneto VII

 

 

Del puente de la presa en su cantata,

donde el reguero ruge intermitente

y el carrizo despunta a una insolente

primavera, del gran azul beata.

 

El silencio fugaz de la corbata

del trigo, alrededor del cuello ardiente,

como un lazo de espigas es presente

y adusto relicario que colmata.

 

La dicha de la paz, el canto claro

del mirlo, del jilguero y del gorrión.

Aquí, donde los días son reparo,

 

las noches: ranas, grillos, redención.

El fruto y su cosecha como faro,

las gentes, humildad y devoción.

 

 

Soneto VIII

 

 

Las gentes, humildad y devoción

por todo lo que surge sobre el suelo

a base de sudor, trabajo y celo

cada día, estación tras estación.

 

Asoman las macetas del balcón.

Petunias y geranios, un revuelo

de colores y aromas sin recelo

se ofrece en vísperas de la ascensión.

 

Las cigüeñas se van del campanario

hasta el año que viene, por San Blas.

La hojarasca regresa auxiliadora

 

a mi espíritu, fiel al calendario,

y despierta en su voz la luz, sin más.

Quizás el cielo pueda ser ahora.

 

 

Soneto IX

 

 

Quizás el cielo pueda ser ahora

dentro de ti y de mí la lluvia clara

que mece los trigales y repara

los vientos de la caja de Pandora

 

que está dentro del pecho y que, traidora,

derrama por la cruz y por la cara

cada gota de sangre en la cuchara

de la desolación devoradora.

 

Ven, alma mía, escucha esos acordes

del agua que desciende, poco a poco,

y torna en un solaz lo que era ruina.

 

Los ojos de los hombres y los bordes

del amor, del silencio y su sofoco

al rumor de esa fuente cristalina.

 

 

Soneto X

 

 

Al rumor de esa fuente cristalina,

resguardo de tormentas y pesares,

regresas como aroma de azahares,

café de la mañana en la cocina,

 

pan recién hecho, miel de la colina

cubierta por la nieve, entre pinares

y tierras de labor, como esos lares

donde se aquieta el alma que camina.

 

Como todo en la vida, se reduce

a las sencillas cosas el amor:

Un beso, una mirada, un paso a paso.

 

Un lento despertar, tan solo un cruce

de historias que se encuentran al calor

del pueblo, junto al banco, en el ocaso.

 

 

Soneto XI

 

 

Del pueblo, junto al banco, en el ocaso

me siento, a divisar la creación.

El horizonte en fuga, la ilusión

del viento entre las hojas y ese vaso

 

rebosante de luz que, al cielo raso,

se decanta de añil. Un aluvión

de matices e instantes, efusión

del silencio que yace en el parnaso.

 

Poesía sin verso nunca vista

que descubre el reflejo de la aurora

y lo vuelve palabras de amatista.

 

Pues renace en el alma soñadora

que la busca a conciencia, tras la pista

de las cosas, donde el recuerdo mora.

 

 

Soneto XII

 

 

De las cosas, donde el recuerdo mora,

recojo las albricias intangibles:

el sabor de los besos combustibles,

la fragancia del alma que enamora,

 

la suave música reparadora.

El acento y la voz inconfundibles

de los astros errantes, e invisibles

para aquel que no siente, sino ignora.

 

De todas ellas tengo ya una parte,

la que sé que jamás se destruirá

en esta mascarada que termina.

 

Porque ellas acompañan en el arte

de la vida, en el viento que se va

donde el tiempo no pesa y me ilumina.

 

 

Soneto XIII

 

 

Donde el tiempo no pesa y me ilumina

la sombra de lo que una vez he sido

y soy, pues nadie cambia, está asumido.

Donde las cosas son verdad genuina,

 

más allá de palabras, se adivina

la luz ante la luz, el suave ruido

del aliento al costado y el sentido

de seguir: el amor que determina.

 

Escucho, en el reposo del hogar,

notas blancas, la música celeste

del árbol, la canción del bien escaso.

 

Y llega el oleaje sobre el mar

del cielo que descubre, de este a oeste,

el leve resplandor de su fracaso.

 

 

Soneto XIV

 

 

El leve resplandor de su fracaso

que también es el mío, y el de todos

incapaces de ver, en los recodos

del camino, por miedo, por si acaso

 

nos vemos como somos, cada paso

que damos, cada error. Bajo los lodos

ocultamos el alma, en nuestros modos

de afrontar la frontera y su traspaso.

 

La humanidad ha muerto lentamente

ahogada en progreso y ambición.

Quizás alguna vez esto reviente

 

como de amor revienta el corazón.

Mientras tanto transito la pendiente

por los vastos paisajes de León.

 

 

Soneto Madre

 

 

Por los vastos paisajes de León,

del páramo a la vega maragata,

rebrota diminuta como mata

la aldea donde está mi corazón.

 

Camino por sus calles de ilusión.

Los campos y veredas son de plata

del puente de la presa en su cantata.

Las gentes, humildad y devoción.

 

Quizás el cielo pueda ser ahora,

al rumor de esa fuente cristalina

del pueblo, junto al banco, en el ocaso

 

de las cosas, donde el recuerdo mora,

donde el tiempo no pesa y me ilumina

el leve resplandor de su fracaso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Comentarios15

  • MISHA lg

    belllisisiisismoas versos poeta gracias por compartir tus letras
    Por los vastos paisajes de León,

    del páramo a la vega maragata,

    rebrota diminuta como mata

    la aldea donde está mi corazón.

    Camino por sus calles de ilusión.

    Los campos y veredas son de plata

    del puente de la presa en su cantata.

    Las gentes, humildad y devoción.

    besos besos
    MISHA
    lg

    • Miguel Ángel Miguélez

      ¡Gracias a ti por la lectura y por dejar tu impresión, Misha! 🙂

      ¡¡Un abrazo!!

    • Rafael Escobar

      ¿Como podría llamarle? Glosa de sonetos o Corona de Sonetos. Ya que tiene la estructura de la glosa Llamada glosajal que repite el último verso de cada estrofa y también tiene el tinte de una corona de sonetos. Pero para cualquiera de los dos nombres, tus sonetos están de colección.
      Mi franca admiración llega a ti con mi fraternal saludo y mi sincero aprecio.

      • Miguel Ángel Miguélez

        Pues tienes razón en que la estructura es glosajal, pero también es corona de sonetos, creo que la diferencia entre ambas es que los sonetos en la corona van glosando sucesivamente hasta cerrar el círculo con el verso que inicia y cierra la glosa, o corona, que es el primero del soneto madre. 🙂

        Muchísimas gracias por tus generosas palabras, Aníbal. Aprecio siempre tus comentarios y es un verdadero placer para mí recibir tu lectura y sabiduría, poeta. 🙂

        Un afectuoso abrazo, amigo.

        • Rafael Escobar

          Lo mereces mi apreciado amigo. Tu poesía es aleccionadora e inspirativa. Mi fraterno saludo con admiración y grande aprecio.

        • Omaris Redman

          Soneto IV

          La aldea donde está mi corazón
          viste verdes, eléctricos abriles,
          encinas, arboledas y candiles
          al cielo, así comieza su canción.

          Las ventanas abiertas, la pasión
          que se nutre del río a los perfiles
          de la luna creciente, en las sutiles
          melodías del agua y la emoción.

          Y yo, como lechuza silenciosa,
          oteo todo alrededor de mí.
          Pongo todo el afecto y atención

          que merece la magia misteriosa
          del sueño en el que vivo pues, aquí,
          camino por sus calles de ilusión.

          FELICIDADES 👏 👏 👏

          Una verdadera genialidad, excelente mi estimado Miguel Ángel...con razón estabas perdido, imagino que trabajando en esta obra de arte, saludos cordiales amigo,

          • Miguel Ángel Miguélez

            Muchísimas gracias por tus aplausos y la generosidad de tu comentario, Omaris. 🙂

            Un gran abrazo, amiga. 🙂

            Ya casi es viernes de pasión aquí, de modo que eliz fin de semana. 😀

          • Mario Rodolfo Poblete Brezzo

            Una corona de sonetos para leer en voz alta todas las veces quiera sentir en el alma emociones de no esquivan dar la grandeza quizás un tanto ignorante y arrogante al darla a quien la merece en este presente por su talento por su perseverancia por ser esencia de la clásica perdida que tanto admiro y venero.

            Que bellezas cada uno de los sonetos, Miguel Ángel.

            Y que gran lección que no guardaré aunque quiero, pero guardarla sería una falta de respeto aunque me lo permitieras.

            La leeré muchas veces mientras esté aquí...

            Huy, que honor que orgullo que emoción leer tu corona de sonetos y llegar al final a leer el Soneto Madre y entender ...y entender...

            Mi reverencia, Poeta.
            Un gran Abrazo.

            Esto es historia es un amor muy profundo, es un Reino perdido en el tiempo ...El Reino de León...

            Es un amor por la Tierra, por su gente, por sus costumbres, pero León no es una aldea, es un Reino olvidado, perdido...que dio paso al Reino de Portugal...

            Es una historia increíble, tengo en mi mano una moneda, que estoy seguro es de oro, porque suena como el oro al caer al suelo, pero parece de plata, no tiene denominación monetaria cómo las monedas en general.

            En una cara o anverso, porque tiene dos anversos, no tiene reverso...

            Hay un Rey y su Reina, quizás la traición, no lo sé de verdad, nunca las he podido encontrar en las redes, ni siquiera parecidas.

            Sancho I y D. Dulce de Aragao.
            El anverso de Sancho, en que su cara es muy nítida, a su lado izquierdo hay un cuño bajo relieve o un sello que ha sido imposible verlo bien, pero es indudable que acusa una capa de oro.
            El grabador seguro era un artista entre miles de grabadores conocidos de las casas emisoras de monedas de Europa en general.
            Dulce de Aragao que no es una belleza según lo que veo, está flanqueada por dos coronas, y luce un collar de perlas, creo, sobre la frente y sobre su cabeza una corona más bien pequeña en relación a la de Sancho I, y tiene trenzas desde la altura de las orejas hacia abajo.

            Luego saltan en los siglos, porque son varias monedas, ya no sé si fueron confeccionadas y fundidas o grabador por la misma familia y descendencia del grabador, pero son de la misma belleza y calidad.

            Son sencillas, no ostentan nada, nada Miguel Ángel, incluso las letras y números semejan cierta distante similitud con letras y números más bien modernas en la impresión de relieve.
            No sé si las monedas de oro fino se pueden bañar en plata,
            Pero sé muy bien que un buen bañador de metales puede hacer lo que quiera.
            El problema es que en las fechas que indican no existía la electricidad indispensable para bañar metales y cubrirlos con otro.

            A un solo numismático Europeo de paso en Chile, le mostré una y dijo que eran medallas porque no tenían denominación.
            Me preguntó que en cuanto le vendería la que mostré.

            5 palos de euros le dije sin arrugarme...respiró y me dijo que no quería insultarme, pero por ser una medalla rara y no conocida ni circulada me ofrecía 50 mil euros.
            Y que era falsa, pero que existían medallas falsas y monedas falsas que algunas veces eran mejores que las propias monedas verdaderas no circuladas.

            Muchas gracias por confirmar que es una moneda del medievo, sin circular.

            Yo no he confirmado nada, se apresuró a decirme.

            Claro que si, le dije, cuando dijo sin circular lo confirmó.

            Lo que supongo le comenté, es que fueron emitidas entre 1400 y 1600...y existe la posibilidad de que cada una fuera emitida durante los reinados que corresponden en sus anversos dobles...

            Tomando su maletín antiguo, de cuero ennegrecido pero más café que negro, e impecable, con hilado grueso por los costados sacó una pesa moderna y pequeña de precisión, sin siquiera preguntarme intentó pesarla.

            No le dije yo, no se preocupe yo se cuanto pesa...
            Pero por favor, permita que la pese, es algo común es un requisito para situar su origen o su edad.

            No! le repetí, si usted hubiera notado el cuño que tiene SANCHO al costado le hubiese permitido tratar de distinguirlo porque seguro tendrá una lupa mejor que la mejor que tengo yo en casa...

            Abrió la boca en forma gigantesca...¿Dónde?
            Aquí, lo ve usted?
            Sacó un cuenta hilos de su bolsillo de perro del pantalón.

            Noooo le dije yo, ni con el mío lo he podido ver, Tiene que ser con un microscopio.
            Bueno si es así ...100.000. duros y me la llevo.

            No! en cuanto me dio la seguridad que es una moneda del medievo subió al doble y las tres juntas valen el triple, pero luego que termine de investigar que historia tratan de contarme, irán a una casa de remates o quizás a sus legítimos dueños, no lo sé la verdad...

            Quizás llegaron a mí para que las lleve a quién debe leerlas y destruirlas, no lo sé, pero para mí, solo suenan maravillosas cuando la dejo caer al suelo o las hago chocar entre ellas...

            Lo último que le voy a decir, es que todas pesan exactamente igual...me despedí, me fui a la recepción del Hotel y pagué los tragos...

            Las he visto desde niño, pero mi Madre me las entregó cómo el 2018 o 19, y las puse en un cajón.
            como las tiré sobre papeles no sonaron y el año pasado saqué papeles y una cayó al suelo...y comenzó otra locura en mi vida...un callejón sin salida.

            Pero algo he aprendido de historia y es maravilloso...Una de las Reinas es una gran Poeta...la otra es de una casa que no me simpatiza y ni sé porqué ...Catarina de Austria, casada con uno Joao, tiene hasta cara de mala la verdad...

            Pero ahora, gracias a tu corona de sonetos, sé algo más sobre sonetos, sobre poesía, sobre historia y sobre el Reino de León...y por supuesto la música que ya he escuchado dos veces me ha transportado a lugares que nunca soñé imaginar tan reales ...

            Así es mi vida, increíble, una locura, que me mantiene vivo cada día y enamorado por supuesto, que ni te cuento de eso...un orgullo para mí, que honor más grande me da la poesía...es demasiado generosa conmigo, no tengo cómo retribuirle...o quizás fue lo digo siempre...algo muy bueno hice en mi vida para recibir tanto...

            Ya es suficiente que esto es una biblia...

            Mis respetos Gran Poeta, espero ser un digno amigo de tu grandeza.

            • Miguel Ángel Miguélez

              Por dónde empiezo, que me has dejado tela marinera para cortar jajaja... 🙂

              Primero, y antes de nada, Gracias por tus generosas palabras para con esta corona, que me ha llevado un buen tiempo y muchos sudores y momentos de insomnio. 🙂

              Lo de la aldea es un guiño al pueblo de mis padres. Matilla de la Vega (de ahí lo de \"mata\"). a medio camino entre Hospital de Órbigo, La Bañeza y Astorga. Nací en Asturias, pero soy leonés de cabo a rabo. Es un territorio que en la época del reino estuvo bajo el dominio de los caballeros templarios, hospitalarios y finalmente de la orden de Malta. No sería extraño que descendiera de alguno de esos monjes guerreros a los que se debía de pagar el diezmo de las cosechas y prebendas de todo tipo por parte del vulgo. El espíritu es fuerte, pero la carne es débil. He intentado indagar sobre ello en la parroquia de San Román el antiguo, donde se bautizaron mis padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos en una pila de piedra en la que hay tallada en bajorrelieve una cruz de Malta, puesto que los archivos del municipio ardieron durante la guerra civil. Pero en las cédulas de bautismo de 1720 para atrás no hay nada. Parece ser que se llevaron todos los archivos anteriores al arzobispado de Astorga y, como no soy precisamente adepto a los pederastas católicos, no creo que pueda investigar mucho más en ese sentido. 🙁

              El reino de León es un territorio legendario, centro del saber y el esoterismo en el momento en que el Camino de Santiago era la ruta principal de peregrinos de la alta edad media, algunos tan ilustres hoy en día como Nicolas Flamel. 🙂

              El reino de Portugal siempre ha estado relacionado con León, de un modo u otro. En tiempos de Sancho I el fuerte y su siempre aborrecido Rodrigo Díaz, el Cid, y digo aborrecido porque para él era un mercenario, con honor por supuesto, pero mercenario al fin y al cabo. Portugal era el territorio tributario de Zamora, por eso fue sitiada y por eso murió a manos de Bellido D\'olfos.

              El Sancho que mencionas en la medalla es Sancho I de Portugal que se casó con la infanta Dulce para así afirmar el poder y la independencia de la corona portuguesa con el apoyo de la de Aragón. 🙂

              En cuanto a las técnicas de baño de oro, ya existían antiguamente, antes de la aparición de la electrólisis el ormolú, con nitrato de mercurio, y el vermeil para el chapado, pero eran puro veneno para los que las empleaban.

              Lo que has mencionado de Catarina y Joao me da que pensar, sobre todo por lo de la cara de mala jajaja ya investigaré al respecto. 🙂

              Un grandísimo y afectuoso abrazo, Mario. Y gracias por la biblia, que me he leído con gusto y muchísimo interés, pues la historia y las leyendas que fluyen alrededor de lo que no se menciona, es algo que siempre me ha apasionado. 🙂



            • Syol *

              Grscias Miguel por regalarnos ese viaje poético.. Es admirable como estos XIV sonetos se complementan entre sí, y a la vez con sus primeros renglones ( versos ) , dan forma al soneto que a grandes rasgos resume el texto de los anteriores. Tal vez lo creaste de forma contraria ( me inclino más en este último análisis )...De cualquier manera quedó genial...Lo disfruté de principio a fin...Mientras leí, recordé aquella serie ( relato ) que publicaste hasce ya unos años..Me resultó interesante.



              Felíz noche poeta..

              • Miguel Ángel Miguélez

                Muchas gracias Syol. Tienes mucha razón en tu análisis, empecé a partir del soneto final y, a partir de ahí fui sacando el resto. Ese relato lo tengo aún inconcluso, tengo que revisitarlo a ver si puedo darle un final adecuado y lo volveré a subir aquí 🙂

                ¡Un fuerte abrazo, poeta! 🙂

              • ♦Crystal CG♦

                Ayer en la tarde se rompió una tubería en casa y fue un desastre, por eso vine a comentar hasta ahora...Lo que sea que se ponga después de Mario palidece. jajajaja

                Fue todo un recorrido maravilloso al pasar por cada soneto, por momentos se dibujaban en mi mente paisajes hermosos.

                Esa es una de las cosas que me encantan de tu poesía, está llena de referencias naturales. Debió ser una maravilla recorrer el lugar que describe, aunque sea en un sueño.

                Amé el soneto X, tiene ese calor de hogar, y la reflexión sobre las cosas sencillas del amor.

                Hablando de la estructura del soneto, yo empecé con una corona de sonetos y me quedé en el 8, creo, y la parte que me pareció complicada es que al llegar a los versos centrales de cada cuarteto del soneto madre, porque al desarrollar los sonetos correspondientes no se puede evitar la repetición de la rima en los tercetos. Estuve pensando como evitarlo y la conclusión a la que llegué es que podía usar un soneto blanco como soneto madre. pero es sólo mi idea y todavía no lo pongo en práctica. ya te consultaré después cómo me va.

                Fue fascinante el recorrido, es preciosa tu corona de sonetos. 🙂 la seguiré leyendo porque en las lecturas posteriores siempre se encuentran más detalles.

                Te has ganado un premio a voluntad, luego me dices qué es lo que quieres. 😀

                Apapachos.

                • Miguel Ángel Miguélez

                  Muchísimas gracias por tu lectura y tus palabras Crysty, espero que haya quedado bien la cañería, recuerdo un invierno que se nos reventó la llave de paso por el frío y el patio parecía una toma de bomberos abierta jajajaja. Ahora me río, pero menuda la que se preparó en ese momento... 🙂

                  Es verdad lo que dices de la rima en los cuartetos, es inevitable repetir y repetir, otra opción que contemplé fue hacerlos con rima continua, pero cuando me puse a ello salieron como quisieron y no pude sino dejarme llevar. Tal vez hacerlos blancos facilite la tarea, no lo sé, pues también hacerlos blancos, evitando rimas, resulta complicado, creo que ya de forma inconsciente surgen las rimas... Ya me dirás qué tal 🙂

                  ¿Un premio a voluntad? ¡Guay! 😀

                  No se... Algo que sea creativo e inspirador, tal vez... ¿Qué tal una dupla de sonetos en fusión de estrofas? inicias tú el primer cuarteto o serventesio, luego yo, luego tú el primer terceto y luego yo cierro. Y el siguiente a la inversa, lo comienzo yo. Como tú comienzas, tú eliges el tema, ¿Apetece? 😉

                  ¡Apapachos!

                  • ♦Crystal CG♦

                    Oyeee, el premio es para ti, no para mí. jajajaja 😀

                    Tengo días que me ronda la melancolía, así que mejor no, te dejo la elección del tema para la dupla. 🙂

                  • Hay 1 comentario más

                  • Patricia Aznar Laffont

                    El cielo es ahora...
                    Y tanto!
                    Bellísima lírica y metáforas ante las que me inclino.
                    Fabuloso, poeta!

                    • Miguel Ángel Miguélez

                      ¡Gracias por tus generosas palabras, Patricia! 🙂

                      Un placer que hayas disfrutado con estos sonetos, poeta.

                      ¡Un fuerte abrazo!

                    • Marilyn💎

                      Y después de un par de días que no se te ve por aquí amigo. Pienso o estará entretenido en su huerto o estará preparando un terrible poema para nuestro asombro y deleite. Y si... Resultó ser la segunda opción.
                      Grandioso trabajo! Lo aplaudo. 👏

                      • Miguel Ángel Miguélez

                        Jajajaja... Pues sí, y no... También he estado con la huerta y atendiendo asuntos familiares, pero el tiempo libre lo he dedicado a leer y escribir mucho, tenía que aprovechar que la musa estaba ahí y casi acabo medio grillo después de varios días exprimiendo el tarro. 🙂

                        ¡Muchísimas gracias por tus palabras y tu aplauso, Marilyn! 🙂

                        ¡Abrazotes, amiga!

                      • Classman

                        Excelente trabajo Miguel, grato, muy grato ha sido recordar todos esos lugares de León que mencionas, como leonés nacido en las faldas de los Picos de Europa, me he emocionado al recordar tierras maragatas pues he jugado al fútbol en el Astorga y he hecho maniobras militares en El Monte Teleno. He recorrido esos parajes desde mi tierra a la tuya por la ruta del Cares. Saludos Miguel

                        • Miguel Ángel Miguélez

                          ¡Gracias por tus palabras Classman! La ruta del Cares es una maravilla, cómo se jugaron la vida para abrir la roca y el paso de Caín a Poncebos. El pueblo de mis padres, ahora mismo estoy en él, está a medio camino entre Astorga, La Bañeza y Hospital, con el Teleno siempre al oeste marcando con su silueta cada ocaso... 🙂

                          Un fuerte abrazo, amigo.

                        • Tommy Duque

                          Un deleite de principio a fin.
                          A pesar de no estar haciendo comentarios, me tomé la libertad de hacerlo con estos magníficos versos hermano.
                          ✌️🎸✌️🎸✌️🎸✌️

                          • Miguel Ángel Miguélez

                            Lo sé, por eso te agradezco infinitamente tus palabras a estos sonetos, hermano. Un placer para mí que te hayas deleitado con su lectura, Tommy. 🙂

                            !Un fuerte abrazo! 😀

                          • Freddy Kalvo

                            Sorprendente mi hermano. Como sigo en pañales en esto de la poesía clásica, debo declarar que me quedo atónito con tu obra poética y te doy el puesto que mereces sin adulación alguna porque lo que tiene carácter de ser, es...y punto. Te aplaudo de pie por tan notoria sapiencia en la poesía.

                            Abrazos fraternales mi buen hermano y Poeta Miguel

                            • Miguel Ángel Miguélez

                              ¡Pero cómo en pañales, Poeta! Tu poesía es grande, pocos aquí pueden hacer lo que tú, escribas bajo la estructura que escribas siempre llegas al lector con una intensidad y profundidad que muchos quisieran. Sé que lo dices sin adulación, pues no te es grata, como a mí tampoco (aún recuerdo la moraleja y dulzura de tu poema de la fábula de la mariposa y la araña 😉 ), por eso te agradezco sinceramente la generosidad de tus palabras y tu aplauso, hermano. 🙂

                              ¡Un fuerte y fraternal abrazo, Freddy! 🙂

                            • Texi

                              Admirable tu arte y tu paciencia poeta !!
                              Un abrazo

                              • Miguel Ángel Miguélez

                                ¡¡Muchas gracias por tus palabras y tu lectura Tere!! 🙂

                                ¡Un fuerte abrazo, amiga!

                              • Juez

                                ¡Muy buena colección de sonetos! Me gustaron en particular el soneto III, el X y el XI. Tales fueron mis favoritos.

                                Me gustan tus metáforas. Entre eléctricos abriles viene ruborizados mayos.

                              • Alberto Escobar

                                Qué barbaridad!!

                              • Alexandra L

                                Que decir, solo magníficos. Un verdadero placer leerte.

                                Un abrazo, Alex.



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