¿Qué piensan los autores sobre el ‘boom’ latinoamericano?

A cincuenta años del «boom» latinoamericano, uno de los movimientos literarios más importante de los últimos tiempos, se realiza en toda España un ciclo en homenaje a este fenómeno único en las letras. El mismo se llama «Canon del «boom»» y consiste en una serie de charlas en las que diversos autores presentarán sus opiniones respecto a los protagonistas de este movimiento y a la influencia que han ejercido en la literatura, no sólo latinoamericana sino de habla hispana en general.

Algunos de los escritores que ofrecieron su opinión fueron la madrileña Rosa Montero y el argentino Rodrigo Fresán.

Un fenómeno único

Rosa Montero conversó con otros intelectuales entre los que se encontraban Sergio Ramírez, Juan Gabriel Vásquez y Soledad Puértolas. En ese encuentro realizado en Ciudad Real, expresó que el «boom» le devolvió el orgullo a la literatura española durante el Franquismo, una época donde la fiabilidad y la credibilidad de la palabra pública se encontraba estrictamente relacionada y sujeta a la dictadura.

La encantadora escritora española expresó que su acercamiento a la literatura latinoamericana a través de las obras del «boom» le hizo ver que existía otra realidad ahí afuera, diferente a esa absurda y grotesca sociedad española de los años 60. Aseguró que el contacto con el movimiento le provocó una sorpresa maravillosa.

Confesó que la lectura de «Cien años de soledad» y «Conversaciones en la catedral» le llevaron a recuperar el gusto por leer a autores españoles que pertenecieran a su misma generación, porque se dio cuenta de que en su lengua se estaba escribiendo la mejor literatura.

Por su parte, el autor nicaragüense Sergio Ramírez expresó que para él el «boom» fue un descubrimiento de una nueva forma de lenguaje, una revolución en este campo ineludible.

Recordó que una de las características fundamentales de estas obras y que revolucionó la literatura hispanoamericana fue el eliminar las comillas en los diálogos de los personajes y retirar los glosarios al final de las obras que indicaban aquellos términos que se consideraban «barbarismos» en España; es decir, dotaron a la literatura de un montón de elementos y conceptos que antes eran erróneos pero los presentaron de una forma intachable, consiguiendo que fueron aceptados y así marcaron un hito en las letras latinoamericanas.

Este ciclo de conferencias tendrá lugar en diversas universidades españoles, tales como la de Las Palmas, Alicante, Murcia, La Rioja, Castilla-La Mancha, Valladolid y Málaga.

Otros latinoamericanos hablan del «boom»

Según lo expresó Fernando Iwasaki, los escritores del «boom» latinoamericano están más vivos que nunca. Cuenta que se acercó a los autores de este movimiento cuando tenía unos 14 años y que desde entonces no se ha despegado de ellos, porque le han enseñado muchísimo y continúan haciéndolo.

Además dijo que el fenómeno continúa vivo y se ve reflejado en las miles de voces contemporáneas que se sienten copiosamente atraídos por las tendencias literarias del «boom».

Iwasaki rindió un especial homenaje a Gabriel García Márquez, de quien dijo que, aunque ahora está enfermo y no cree que vuelva a escribir, cuando se hable de él se lo hará por todo lo alto, considerándolo una de las figuras que más ha contribuido al enriquecimiento del idioma español. Y agregó que Mario Vargas Llosa, el menor de esa generación, es el encargado de transmitir el sentimiento del «boom» y de enseñar las características de esta literatura a las nuevas generaciones.

Aspectos tóxicos del boom

Como todo lo revolucionario el «boom» también tuvo sus detractores, personas como Miguel Ángel Asturias que luego de leer una de las primeras publicaciones de Vargas Llosa alegó que no había nada de nuevo en ella.

Puede gustarte, puedes aborrecer ese tipo de creación literaria, pero lo que sí no puedes decir es que no es innovadora, marcó un antes y después sumamente claro por lo que hablar mal del «boom» es hasta podríamos decir, tonto.

Cuando le tocó el turno a Rodrigo Fresán, dijo que sólo pueden tener algún tipo de conflicto con este fenómeno literario aquellos contemporáneos que quedaron fuera de él. Esto lo expresó en una ponencia que realizó en la Universidad de Málaga. Expresó:

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¿A qué se refiere? a que el «boom» tuvo una especie de glamour, muchos se sintieron atraídos por el fenómeno y la creación literaria porque les produjo una sensación de bienestar lo accesorio de este movimiento y se plantearon la posibilidad de escribir pensando en esos personajes-escritores que conquistaban la fama en el ambiente de la cultura.

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En una exposición sumamente interesante, Fresán dijo que la última gran apuesta de este movimiento fueron las obras de Bolaño «Los detectives salvajes» y «2666» que continuaron con lo que tenía que ser la gran novela latinoamericana; sin embargo, se atrevió a agregar que hoy en día, el fenómeno ya no tiene fuerza puesto que todo lo que debía escribirse ya se ha escrito.

Finalmente dijo que a España en su momento le interesó porque fueron nuevas voces que llegaron para nutrir los tiempos oscuros de la historia de este país, pero ahora necesitará sus propias voces. Argumentó:

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Edmundo Paz Soldán, el escritor boliviano, no diciente mucho con lo expuesto por Fresán. Dijo que, si bien los autores del «boom» son incuestionables y este movimiento marcó un hito en la literatura hispanoamericana, también tuvo su algo de tóxico, al oscurecer a cientos de proyectos sumamente interesantes, autores que también valían la pena y que por cuestiones estéticas quedaron afuera del «boom» y cayeron en el olvido.

A propósito del reciente artículo que publicamos sobre Juan Carlos Onetti, quisiera compartir con ustedes un vídeo donde el escritor Rodrigo Fresán habla de Onetti, el gran olvidado del «boom» latinoamericano.

Comentarios3

  • maria ferretti Gaich

    No estoy de acuerdo con Vargas LLosa en que todo lo que debía escribirse ya se escribió. En todo caso, habrá que inventar nuevas formas pero los contenidos siempre serán distintos , porque lo que hace diferente a una novela no es el tema en sí , sino la manera de plantearlo y su estilo.
    La novela no tiene por qué ser realista necesariamente, existen diferentes géneros que la vuelven atractiva.
    El boom latinoamericano volverá a ser cuando entendamos que todavía tenemos mucho para contar.

  • la negra rodriguez

    Pensar que no hay nada nuevo en los nuevos representantes de la literatura latinoamericana es un absurdo ya que todo es dialectico la sociedad lo es y de igual manera los cmabios sociles generan que las artes se ajusten a ellos. las reaslidades de paises tercermundistas son tan fuertes que siempre habra que decir algo. Se dijo lo mismo de Miguel de Cervantes cuando escribio el quijote un tema de los caballeros andantes que ya era obsoleto pero, que la realidad dijo ''no'' y en una de las mejores obras de la literatura.

  • pepita fernandez

    Me parecen interesantes muchos aspectos expuestos acá en este artículo.
    Gracias por compartir



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