La profundidad del alma del ser humano en las novelas de Kobo Abe

Si hubiera que elegir al escritor japonés más importante o influyente del siglo XX posiblemente este sería Abe Kimifusa, conocido artísticamente por el nombre de Kobo Abe. Un autor este, galardonado con relevantes premios como el Yomiuri o el Akutagawa, que si ha dejado una profunda huella en la Literatura es debido al hecho de que a través de sus trabajos permite conocer, descubrir y analizar la profundidad del alma del ser humano.

Sus libros, y especialmente sus novelas, nos acercan al género humano a través de sus sentimientos, de sus temores, de sus sueños e incluso de sus maldades para, de esta forma, comprobar las debilidades del mismo.

Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con la narración titulada La mujer de arena. En el año 1962 fue cuando se publicó la misma, que dos años más tarde sería llevada a la gran pantalla de manos del cineasta Hiroshi Teshigahara, que con aquella lograría una nominación a los Oscar y el premio especial del jurado en el europeo Festival de Cannes.

En dicho trabajo literario se toma como protagonista a Jumpei, un científico que se encuentra en pleno proceso para intentar descubrir a una nueva especie de insecto. Precisamente en esa aventura sufrirá un revés cuando se encuentre perdido y varado en una desconocida aldea de una playa.

Este hecho hará que conozca a una bella viuda que le engañará y le obligará, contra su voluntad, a quedarse junto a ella. Tiempo este durante el cual será forzado a trabajar de manera muy dura y constante para conseguir palear fuera de la casa de la mujer toda la arena que le entra permanentemente por el tejado y por las paredes. Una arena que representa a todos aquellos elementos que existen en la vida real y que se encargan de absorber al ser humano en todas sus facetas, consiguiendo a veces su alienación.

El ser humano y su alienación

Otra de las novelas más interesantes de Kobo Abe en esta línea es El rostro ajeno. En el año 1964 fue cuando llegó al mercado aquella que también toma como protagonista a un científico.

En este caso, dicho personaje se encuentra traumatizado por un accidente que tuvo y que le ha dejado completamente desfigurado el rostro por lo que tomará la decisión de cubrírselo con una máscara. Y es que considera que parte de su personalidad, de su yo, que perdió en aquel terrible suceso le puede ser devuelto por esa máscara.

Percibe a ese objeto como la recuperación de su comunicación con el resto de la sociedad y también de su sexualidad. Sin embargo, lo que encontrará será una alienación mucho mayor pues ese antifaz le someterá a su voluntad y antojo.

La pérdida de la personalidad, la duda entre realidad y ficción o como el ser humano se deja someter por la sociedad que le ha tocado vivir son algunas de las cuestiones que están latentes en este trabajo y también lo están en otra de las novelas de este autor. Nos estamos refiriendo a la que lleva por título Idéntico al ser humano, de 2010, que gira entorno al encuentro del presentador de un programa de extraterrestres con uno de sus oyentes que dice ser marciano.



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