Obras de amor imprescindibles

“Poned atención:

un corazón solitario

no es un corazón”.

 Con estos versos el poeta sevillano Antonio Machado describe perfectamente la necesidad de amor que tiene el ser humano. Es vital para su alma sentirse enamorado  y descubrir la pasión que se encierra en su interior al compartirla con su “mitad complementaria”.

Por este hecho, y dado que la literatura es entre otras cosas fiel reflejo de la sociedad y de las inquietudes y emociones humanas, el amor ha sido y es uno de los temas más recurrentes a lo largo de la historia de este arte. Poemas, novelas y ensayos lo han utilizado como fuente de inspiración lo que ha dado lugar a un conjunto de obras magistrales que forman ya parte del bagaje literario del hombre.

Elegir algunos de los libros románticos más importantes de todos los tiempos es una labor complicada pero aquí señalamos algunos de los que son de obligada lectura.

El amor por antonomasia

Si hay una novela de amor puro, primero, sincero y loco que sea mundialmente conocida esa es, sin ningún tipo de dudas, Romeo y Julieta de William Shakespeare.

En 1597 fue cuando se publicó este trabajo que narra la historia de dos jóvenes enamorados que tienen que luchar contra la oposición de sus respectivas familias (los Capuleto y los Montesco) ya que están enfrentadas.

Es tanto lo que sienten el uno por el otro que están dispuestos a dejarlo todo con tal de iniciar una vida juntos. Pero una serie de casualidades y errores acaba con el suicidio de los amantes de Verona.

Si trágica es esta obra, no lo es menos la famosa La Celestina de Fernando de Rojas que fue publicada en el año 1499. Calixto y Melibea son, en este caso, los enamorados pero lo suyo no es un amor a primera vista, por lo menos, no para ella.

Sin embargo, para el joven señor sí lo es pues desde el mismo instante que sus ojos alcanzar a ver a Melibea decide que, sea como sea, tiene que lograr el corazón de la bella hija de Pleberio.

Ante el rechazo de la chica y sus ansías de que esta se enamore de él, acude a una vieja alcahueta para que mediante sus artimañas o conjuros haga cambiar de opinión a su amada. Y lo logra. Aunque el final de la obra les lleva a los tres a la tumba: Calixto muere tras sufrir una caída, Melibea se suicida al descubrir el fallecimiento de su caballero y la Celestina es asesinada por sus compinches.

El amor visto por Austen y Clarín

Menos trágico y más reticente es el amor que la escritora Jane Austen plasma en su novela más conocida: Orgullo y prejuicio (1813), que está considerada como una de las primeras comedias románticas.

Fitzwilliam Darcy y Elizabeth Bennet son los dos cabezotas protagonistas de esta historia en la que tendrán que superar el orgullo de él y los prejuicios de ella para finalmente compartir una vida juntos y felices.

¿Qué sucede en el amor cuando más de una persona suspira por otra? Eso es lo que plantea La Regenta (1884), primera novela de Leopoldo Alas “Clarín”. Aquí el centro de la narración es Ana Ozores, casada con un hombre mucho mayor que ella, que se deja engatusar por un donjuán que la corteja (Álvaro Mesía). Pero no serán los únicos que den vida a esta historia pues es entonces cuando entra en escena el sacerdote confesor de Ana (Fermín de Pas) que se enamora perdidamente de ella.

Amor trágico, amor a tres bandas, amor hechizado o amor maduro son algunas de las caras que presenta el sentimiento más universal y mágico del mundo. Aquel que lo consigue poner todo del revés y que nos hace sentir vivos. Por ello, siempre ha estado y siempre estará presente en la literatura.