Dentro de la conocida Generación del 50, de la Literatura española, nos encontramos con una escritora de referencia: Marta Portal. Se trata de una autora asturiana que ha conseguido hacerse un importante hueco en el panorama literario gracias, fundamentalmente a sus novelas.
Narraciones aquellas en las que ha mostrado su faceta más social, solidaria y reivindicativa. Y es que, por regla general, con las mismas ha luchado por lo que sería la igualdad entre hombres y mujeres o por la moralidad impuesta por la sociedad y la educación en nuestro país.
Precisamente una de sus obras más importantes en este sentido fue la titulada A tientas y a ciegas, que se publicó en el año 1966 y que fue galardonada con el Premio Planeta.
En aquella se toma como protagonista a Sara. Esta es una joven inquietante, apasionada de la vida, egoísta, desorientada y, ante todo, muy desgraciada.
Sin embargo, su destino parecerá cambiar cuando descubra el amor. Un amor que le permitirá conocer la cara más agradable de la vida pero que, como suele ocurrir en algunos casos, también le cegará por completo. Y es así como empezará a fantasear con tener hijos.
Pero, quizás todo ese cúmulo de circunstancias, será el que finalmente le permita ir quitándose la venda de los ojos y descubriendo la realidad que tiene a su alrededor. Una realidad que, en ocasiones, la conduce y arrastra por un camino que se impone moral y socialmente pero que ella no está convencida de continuar.
Sin recuerdos
Una mujer es también la protagonista de otra de las novelas más relevantes y significativas de la trayectoria literaria de la escritora Marta Portal. Nos estamos refiriendo a la última narración publicada por ella hasta el momento, la que lleva por título Él y yo, nosotros tres.
En el año 2002 fue cuando llegó al mercado literario este trabajo que gira en torno a la figura de una mujer que se encuentra en la playa de San Juan de Luz y que se mete en el mar dispuesta a disfrutar de un agradable baño. Lo que parece una acción totalmente normal y lógica se convertirá en un hecho de desagradables consecuencias.
¿Por qué? Porque la protagonista al salir del mar no recuerda nada de su vida. No sabe quién es, ni qué hace ni quién es su familia. Ha olvidado todo de su existencia.
Lo único real que en ese instante tiene es lo que oye, lo que ve, lo que siente y lo que presiente.
Una complicada situación para esta fémina que se supone que es Faustina Deleuze.
Estos son los trabajos más especiales que hemos querido darte a conocer dentro de la bibliografía de esta autora de la Generación de los 50. No obstante, también cuentas con otras narraciones interesantes como El malmuerto (1967), Ladridos a la Luna (1970) o Un espacio erótico (1982).
Todo ello sin olvidar que también puedes acercarte a la escritora a través del amplio conjunto de artículos que ha publicado para diversas revistas y periódicos internacionales de relevancia.
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