Los diarios de Sylvia Plath


 
 
Los diarios pertenecen a un subgénero dentro de las memorias que nos permiten conocer la realidad de esos autores o autoras a los admiramos desde su propia perspectiva. Gracias a estas lecturas podemos comprender no sólo cómo vivieron sino también entender por qué escribieron como lo hicieron. Comienzo un nuevo ciclo que consistirá en lecturas de este tipo que considero imprescindibles. ¡Bienvenidas a Diarios de Escritoras! Los Diarios de Sylvia Plath me parecen un buen punto de partida.
 
 
 

Camino al suicidio

A Sylvia Plath hay que leerla porque tanto en su escritura como en su vida fue una mujer valiente y salvaje. Dispuesta a decir lo que pensaba y a llegar hasta las últimas consecuencias. A través de sus diarios, publicados ya completamente, podemos acercarnos a su infierno emocional y recorrer ese camino tortuoso que la llevó a caer sin pausa hasta llegar al momento de quitarse la vida.

Estos diarios abarcan la vida de Sylvia desde los 18 años hasta el momento de su muerte, a los 30 años. Después de habernos topado con muchas especulaciones en torno a las razones que llevaron a Plath a quitarse la vida en las condiciones en que lo hizo, tenemos la oportunidad de saber cuál es la verdad que rodea su muerte.

Bella, joven, inteligente, son algunas de las cualidades que supo ver en ella Anne Sexton. No parece el perfil de una persona que desee morir; eso creemos, pero lo cierto es que la depresión no contempla perfiles arrasa con la buena voluntad y con la estabilidad y en menos de lo que canta un gallo pone patas arriba la vida más ordenada. Así, Plath, que ya estaba convirtiéndose en una escritora con cierta relevancia, no encontró otro camino que el del suicidio para acabar con esa tristeza, que estorba más que duele.

Las campanas de cristal

Al leer sus diarios entendemos sus conflictos: una mujer que desea vivir a pleno su sexualidad y que no sabe encontrar el equilibrio entre sus pasiones y sus responsabilidades Los conflictos que apuran la decisión de Plath vienen de lejos y se materializan con intensidad en determinados momentos de su vida, cuando más intentan ayudarla más al borde del abismo se siente. La terapia de choque, por ejemplo, marcará un antes y un después en su vida y en su escritura, y se volverá más oscura, no habrá espacio para la duda, como si de pronto alguien hubiese apagado la luz.

Y la oscuridad cada vez se hace más intensa. Leemos a una Plath que se va sumergiendo en un terreno desprovisto de oxígeno, convenciéndose de sus propias paranoias. Así, cuando descubre a su marido coqueteando con una jovencita en la universidad siente que su vida se termina, y este hecho será crucial para que tome la decisión. Aunque, no nos engañemos, hay que ir al principio para entender por qué esa situación resultó tan devastadora para Sylvia. El desengaño de la Sylvia niña, a quien le han minado la autoestima desde pequeña, es el verdadero responsable de que no haya sabido encontrar luz en su vida, en su interior.

Junto a los diarios de Plath hay que leer su libro «Campana de cristal», con elementos propios de una novela de iniciación. A través de esta lectura podemos encontrarnos con una Sylvia joven que lucha por sostenerse mientras tiran de ella el arte y el deseo carnal. La necesidad de encontrar un mundo propio, la pulsión por convertirse en esa persona sobre la que otros han puesto sus expectativas y de transformar su pequeño mundo son algunas de las características que pujan por modificar su camino, por llevarla a convertirse en esa criatura. Sin duda una novela maravillosa de la gran Plath. Asimismo, es desolador entender que en ella, en esas emociones hay una mujer que años más tarde se quitará la vida, ahogada por las viscicitudes de la vida.

Leer los diarios de Sylvia Plath puede ser, sin lugar a dudas, una forma extraordinaria de acercarse a la mujer que sufre detrás del mito, a la carne que siente, al corazón que late. ¡No dejes de leerla!

¡Y no te pierdas la próxima entrega de Diarios de Escritoras, con Virginia Woolf!

Comentarios2

  • RobertoFerreira

    Gracias por esta entrega y espero impaciente la próxima . Ahora estoy leyendo el "diario de juventud" de Idea Vilariño para acercarme más a su obra . Gracias !!

  • Shane Spielrein

    Wow... sorprendente...



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