El latín en la saga de Harry Potter: los conjuros

La saga escrita por J.K. Rowling sobre el joven mago Harry Potter se ha convertido en una serie literaria y cinematográfica emblemática para millones de personas en todo el mundo, que han disfrutado y disfrutan con las aventuras de aquel junto a sus amigos Ron y Hermione así como con su lucha encarnizada contra Voldemort.

No obstante, no hay que pasar por alto que también este conjunto de novelas nos sirve para conocer el latín en cierta medida. Y es que su autora se ha basado en esa lengua para darle nombre a muchos de los personajes más significativos, pero también a conjuros que se han convertido en fundamentales de la historia.

Nos estamos refiriendo a hechizos y encantamientos como estos:

Expelliarmus

Este hechizo es uno de los más usados tanto por Harry como por el resto de personajes y es que es el que utilizan para desarmar a su rival en un enfrentamiento.

Tenemos que establecer que es fruto de la suma de dos palabras latinas: “expellere”, que puede traducirse como “expulsar”, y “arma”, que significa “arma”.

Lumos

En los momentos en los que Potter, Hermione o Ron se han encontrado en situaciones con nula visibilidad han recurrido a la pronunciación de este conjuro con el claro objetivo de conseguir un haz de luz.

Deriva del latín “lumen” y “lux”, que son sinónimos de “luz”.

Oculus reparo

En más de una ocasión a Harry se le han roto sus emblemáticas gafas y en ese momento ha sido cuando, fundamentalmente su amiga Granger, se las ha arreglado pronunciando este conjuro.

Hay que establecer que las dos palabras que le dan forma derivan del latín:

Oculus” procede de la palabra latina “oculus”, que es sinónimo de “ojo”.

-“Reparo”, por su parte, es un término de dicha lengua que puede traducirse como “arreglar” o “reparar”.

Expecto Patronum

Dentro del conjunto de hechizos más emblemáticos de toda la saga se encuentra este otro, que es utilizado en numerosas ocasiones por el protagonista para poder conseguir una ayuda en los momentos más difíciles y complicados.

Hay que establecer que este conjuro está directamente en latín como tal y hay que establecer que significa “espero un protector”.

Crucio

Durante toda la historia del joven mago quienes más recurren al empleo de este otro conjuro son los afines a Voldemort. Y es que aquel lo que hace es infringir un dolor insoportable a otra persona.

Como los anteriores, emana directamente del latín pues “crucio” puede traducirse como “torturar”.

Wingardium Leviosa

Nada más comenzar en Hogwarts, los alumnos de la escuela aprenden este otro hechizo que lo que logra es que cualquier objeto pueda levitar. No obstante, como en tantas ocasiones, a Ron no le funciona. De ahí que Hermione sea la encargada de explicarle que su problema es que no lo pronuncia correctamente.

Rowling se inspiró en dos palabras latinas para darle forma: “arduus”, que puede traducirse como “alto”, y “levis”, que es sinónimo de “sin peso”.

Estos son solo algunos de los hechizos de la saga que dejan patente la importancia del latín en la misma.



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