El homoerotismo en la poesía árabe andalusí (I)

El mundo es una rueda que gira y gira. Nada que ver a lo que afirmó Aristóteles y durante años se creyó, de cosa inmóvil suspendida en el universo. El mundo está en constante movimiento. Y eso, que puede ser una muy buena señal de avance y progreso, sin embargo, no nos asegura dicha virtud. Tal es así que en los últimos años hemos visto cómo se han exacerbado los actos de violencia machista y clasista, y la xenofobia y la homofobia están al orden del día. Es para perder la ilusión en nuestra especie, ¡sin duda! Mirar un poco al pasado, sin embargo, puede sernos de gran ayuda para encontrar un poco de alivio. Si en otra época se pudo avanzar, ¿por qué hoy no? ¿por qué no, nosotros?

Hace unos días escribí sobre la poesía de Claudia Rodríguez, una poeta transexual que escribe como una leona. Hoy les traigo una primera parte de un largo texto sobre al-Mu’tamid, un poeta árabe homosexual que cantó al amor con todas sus fuerzas y que fue admirado y amado en profundidad. Al leerlo, es imposible, además, no amarlo.

Al-Mu’tamid, el rey homosexual

El homoerotismo no es una cosa moderna. Todas las sociedades de las que se tiene algún registro cultural han mostrado practicarla, en ocasiones de forma abierta, en algunos casos yendo contra los principios civiles y morales de su tiempo. Durante el Imperio al-Ándalus (que abarca desde el año 711 hasta 1492) existieron muchísimas personas que practicaron el homoerotismo; en este caso no había restricciones morales y, de hecho, muchos sultanes y personajes de cierta importancia pública lo practicaban a plena luz del día. Podríamos decir que la homosexualidad estaba bien vista, aunque este concepto aún no se había acuñado (data del siglo XIX, sí, por tarde que nos resulte).

Al-Mu’tamid es uno de los primeros nombres que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en personajes públicos que hayan sabido vivir su homosexualidad libremente en aquel período de expansión, uno de los más importantes que vio Europa y que derivó en una gran riqueza cultura, científica y artística para todo el continente. Al-Mu’tamid fue el último rey del Reino abadí de Sevilla, surgido al desarmarse el Califato de Córdoba y que contaba con cierta independencia del Imperio al-Ándalus, aunque pertenecía a él. Su reinado se sitúa entre los años 1069 y 1090 y se caracterizó por haber potenciado profundamente la cultura en su reino.

Cabe señalar que fue educado por el poeta Abu Bakr ibn Ammar, quien supo transmitirle una pasión ineludible por la lírica y le ayudó a descubrir su destreza en este género. Durante su reinado se interesó por la difusión de la poesía al-Ándalus, favoreciendo a muchos poetas de la época invitándolos a leer en palacio. Entre ellos podemos citar a Ibn Hamdis, Ibn Zaydún, Ibn Ammar de Silves y Ibn al-Labbana de Denia. Asimismo se interesó por el cultivo de las ciencias y la investigación y ayudó en diversas empresas a geógrafos y astrónomos tales como al-Bakrí o al-Zarkali, conocido como Azarquiel.

La poesía homoerótica de al-Mu’tamid

La poesía de al-Mu’tamid (conocido también como Yusuf III) nos ofrece un cóctel de emociones y pasiones intelectuales y carnales y nos invita al disfrute; lejos de toda barrera moral y cívica. Nos convida el mejor pastel y nos permite dejarnos absorber por las palabras, como si ellas fueran todo el mundo. Al igual que otros reyes como al-Hakem II, Mu’tamid, cultivó la poesía homoerótica, llamada Mundakarat, dejándonos extensos poemas que se centran en la observación del cuerpo deseado y en la descripción de la belleza del cuerpo humano.

Parece mentira que varios siglos más tarde tengamos tantas dificultades para hablar abiertamente sobre el deseo desligándolo de la barrera moralista. El deseo como tal, como pulsión que nace en nosotros y se dirige hacia afuera adoptando formas tan distintas. Antes de la medicalización de la sexualidad, del discurso que divide la atracción sexual en homosexual y heterosexual, dejando bien claro cuál es la norma y que busca explicar qué es natural y qué cosas no lo son. Antes de toda esa parafernalia que nos ha dejado a mitad de camino en una jaula donde peleamos con los que levantan otra pancarta, había poesía, una poesía libre y necesaria, incluso (y sobre todo) algunos siglos más tarde.

En la próxima parte ahondaré en la poesía de al-Mu’tamid y me extenderé sobre algunos rasgos de la poesía homoerótica del período andalusí que me llaman especialmente la atención. Espero que les haya gustado y que vuelvan a por más.

Comentarios1

  • AAdonis

    Seguro que regreso.



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