La evolución de la literatura argentina

Cuando los españoles llegaron a América trajeron consigo cronistas que fueron los encargados de detallar los viajes y todo lo que en este territorio encontraron. Algunas personas consideran que esos cronistas son los primeros literatos de lo que hoy se conoce como Argentina; sin embargo, desde mi punto de vista, la literatura argentina no surge sino hasta el 1800, cuando nacieron literatos que se diferenciaban claramente de los europeos y que tenían un estilo producto de la fusión de las culturas del viejo mundo pero impregnados de lo cotidiano de esta tierra joven.

En esta época existió una gran tensión entre la tendencia de los escritores hacia la literatura francesa, la española y aquellos escritores que intentaron independizarse de ellas, que fueron los fundadores de la literatura gauchesca, la primera corriente literaria argentina.

Autores destacados de la Literatura gauchesca

No se puede separar completamente la literatura argentina de la europea, debido a que una parte importante de las raíces de este país provienen del viejo continente; sin embargo, en este período surgieron autores, que comenzaron a utilizar en su poesía o su prosa términos propios de este territorio y que se diferenciaron profundamente de los poetas y prosistas españoles.

Algunos de los autores más destacados de este período son: Echeverría, Lugones, Hernández, Del Campo y Güiraldes.

Esteban Echeverría perteneció a la Generación del 37, de ideología liberal y muy abocado por los costumbrismos del Río de La Plata. Entre sus obras más conocidas se encuentran «El matadero», una obra que describe cómo es muerto el ganado en el matadero de Buenos Aires. Este cuento es fundamental para la literatura pues se trata de un cuento realista, un género poco frecuente en aquel entonces.

José Hernández es famoso por su obra «Martín Fierro», uno de los pilares de la literatura gauchesca. Una obra donde se describe no sólo la vida del hombre de campo de aquel entonces sino todas las injusticias cometidas contra él y contra los indígenas. Es una pintura de lo desastrosa que fue la colonización de los territorios argentinos, de la mucha sangre que corrió en los campos y de la cantidad de familias que fueron destruidas a causa de ella. Lo característico de esta obra es que se halla narrada en versos octosilábicos, el mismo que utilizaron poetas pertenecientes al período dorado de la poesía española, como Fray Luis de León.

Estanislao del Campo con su «Fausto» satirizó al de Charles Gounod, contando en verso con su lenguaje gauchesco una representación de la obra en la ópera de Buenos Aires, en el Teatro Colón.

Otro poeta gauchesco fue Leopoldo Lugones, quien reconoció a lo largo de su obra que la imagen del gaucho era la del argentino, considerándolo el representante del país. También criticó el tratamiento que se les dio a los gauchos durante la conquista, siendo utilizados como cebos para «limpiar el territorio». Además, cabe aclarar, que escribió cientos de poemas, algunos de amor y otros más costumbristas.

La nostalgia invade las letras

La Generación de 1940 es fundamental para el progreso de las letras en esta región de Latinoamérica. En este período se mezclan los costumbrismos de autores anteriores con la ola inmigratoria y la prosa se vuelve mucho más poética, se le da una mayor importancia a las descripciones y la nostalgia y la memoria son los elementos que una y otra vez aparecen en las obras. Los autores más destacados de este período son Vicente Barbieri, Olga Orozco, Adolfo Bioy Casares, Julio Cortázar y Manuel Mujica Láinez.

Posteriormente surge el Neohumanismo como respuesta al nuevo estado del pensamiento de postguerra. Por un lado se ubican los vanguardistas como Raúl Gustavo Aguirre, Edgar Bayley y Julio Llinás y por el otro, los existenciarios: José Isaacson, Julio Arístides y Miguel Ángel Viola. En este período puede hallarse una gran influencia de la literatura anglosajona e italiana en los escritores argentinos, y nuevos elementos comienzan a formar parte de la prosa y la lírica nacional.

Escritores argentinos actuales

Al finalizar la dictadura militar surgen nuevos nombres y nuevos estilos literarios en Argentina. Una variedad importante de géneros cobra espacio y sobre todo, se afianza la literatura surrealista, propia de autores como Ernesto Sábato o Sergio Chejfec, que pese a ser posterior, mantiene la línea propia de la literatura de la post-represión.

La literatura actual argentina está impregnada por la historia que contiene al país, pueden hallarse característica como la nostalgia, la desilusión, la tristeza y sobre todo la idea de no pertenecer a un lugar fijo, posiblemente esté relacionado con los orígenes. Es como si los libros miraran hacia Europa como lo hacen las obras escritas por autores que han debido abandonar su tierra.
Una buena novela argentina es como un buen tango, lleva nostalgia, costumbres y esa esperanza que nos domina antes de emprender el viaje hacia otro mundo.



Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.