«El hombre en busca de sentido» de Viktor Frankl

Hoy publico otro texto que se incorpora al ciclo del Desván de los libros Perdidos. En esta oportunidad he escogido una obra impactante y, pienso, indispensable. Se trata de «El hombre en busca de sentido» de Viktor Frankl, que profundiza en torno a cómo ciertas experiencias fuertes pueden provocar en nosotros reacciones impredecibles. No dejes de leerlo.
 
 

El día a día en un campo de concentración

Es ésta una obra escalofriante en torno a cómo nos cambian las experiencias traumáticas, y lo difícil que resulta reponerse de ciertas cosas. En esta lecturas nos encontramos con la experiencia de un hombre que es reclutado en un campo de concentración. No sólo desde su propia experiencia sino desde la de los otros. Un registro de la vida en comunidad.

De alguna forma es un recorrido a través del día a día en estos escalofriantes lugares. En un intento por describir el comportamiento de víctimas y victimarios, Frankl reconstruye la rutina con lujo de detalle y deja en evidencia la violencia con la que los presos fueron tratados y las maneras que encontraron, quienes pudieron, de sobrevivir.

El libro se halla dividido en tres partes que implican para Frankl las diversas fases de la experiencia de los prisioneros en los campos de concentración. Que va desde el no creer lo que sus ojos ven, hasta el deseo de la muerte para dejar de sufrir, y pasando por un estado de negación que les hace posible la rutina diaria con sus torturas y su precariedad.

A Frankl esta experiencia le sirvió para entender lo que las experiencias muy dolorosas nos provocan, hasta llevarnos a un punto en que la piedad y el asco no tienen cabida, como si ya no fuésemos capaces de sentir.

Entre el horror y la esperanza

Mantenerse con vida para regresar a casa. Ese sentimiento se repite en los testimonios de los personajes que se asoman a este libro. Los prisioneros soportan la rutina con la esperanza de una vida que, a juzgar por lo que ven a su alrededor, es cada vez más inalcanzable. Sobre esa esperanza utópica reflexiona Frankl, sobre las razones que nos vuelven empedernidamente ilusos cuando la realidad nos da vuelta la cara. Este, creo, es uno de los puntos más interesantes del libro, que puede servirnos para reflexionar en torno a muchos aspectos de nuestra experiencia social.

En contraposición a la esperanza está el horror, y quizá conectado con ella, la capacidad de soportar aquel dolor-horror que parece no tener fin. La muerte abriéndose paso de maneras difíciles de explicar, la vida siendo aplastada por la violencia, el abuso de poder y el racismo. Para soportar aquello, el humor y el arte aparecen como métodos infalibles de supervivencia.

Este libro, sin embargo, sobrepasa las fronteras de la vida. ¿Qué nos lleva a no sucidarnos, a mantenernos en pie? Esa pregunta que Frankl hizo a muchos de los supervivientes para entender qué era lo que lo ataba a la vida es sin duda la pregunta fundamental del libro. Siempre hay algo que nos conecta con la vida y es en definitiva lo que le da sentido a ésta cuando todo lo que nos rodea parece disiparse. Sobre esa búsqueda de sentido se extiende Frankl en un libro que te recomiendo muchísimo, no sólo como lectura histórica sino como búsqueda personal.

Es muy interesante la forma en la que Frankl intenta explicar el mundo que sus ojos ven y dejar constancia de lo que que ocurre tras las paredes. Este libro fue absolutamente importante para entender lo que ocurrió en aquellos sórdidos lugares y es una muestra de la fuerza que nos hermana a todos los animales: criaturas ansiosas de vida y de libertad; sensaciones que no pueden aplastarse ni con el dolor más agudo e insoportable que pueda imaginarse.

«El hombre en busca de sentido» de Viktor Frankl es un libro fascinante que no podía dejar de incluir en el Desván de los Libros Perdidos y que no debería faltar en ninguna biblioteca. ¿Ya lo tienes en la tuya?



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