El Día de las Escritoras y Santa Teresa de Jesús

 
 
El 15 de octubre de 1582 falleció en Alba de Tomers Santa Teresa de Jesús, a quien se recuerda por ser una de las voces más importantes de la poesía mística del siglo de oro. En homenaje a ella el lunes siguiente a esta efemérides se celebra el Día de las Escritoras. Vamos a repasar en este artículos los hitos de la vida de esta autora indispensable de la literatura hispanoamericana.

 
 

El Día de las Escritoras

Esta fecha se ha elegido para reivindicar la labor que las mujeres han tenido en la construcción del legado literario, pese a que a lo largo de la historia siempre se ha intentado dejarlas fuera o quitarle sentido a lo que ellas hayan podido dejar o influir.

A lo largo de la historia de la literatura son muchísimas las escritoras que se han destacado. Sor Juana Inés de la Cruz, Mary Shelley, Rosalía de Castro, Virgina Woolf, Jane Austen, Safo, Emilia Pardo Bazán, Charlotte Brontë, Emily Dickinson, Sofía Casanovas, Carmen de Burgos, Alfonsina Storni, Colette, María Teresa León, Zenobia Camprubí, Carmen Laforet… La lista de las clásicas ya es interminable, como verás, piensa entonces en la cantidad de nombres contemporáneos que pueblan nuestra literatura. Y ahora: de tus últimas lecturas ¿cuántos de esos libros han sido creados por escritoras y cuántos por escritores? Hacernos esta pregunta es importante. Está muy bien que nos centremos en leer a muchas autoras cada octubre, pero mejor sería leer indiscriminadamente libros de escritoras y escritores, para nutrirnos de la diversidad. No lo olvidemos.

La vida de Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nació en Gotarrendura el 28 de marzo de 1515. En este pueblo de Ávila pasó gran parte de su vida, hasta que ingresó al convento de las Carmelitas de la Encarnación en Ávila, el 2 de noviembre de 1535. Fue allí donde comenzó su vida religiosa como monja y también donde comenzó a experimentar situaciones de fervor religioso. Su paso por esta institución fue significativo, porque influyó considerablemente en la reforma de la Orden del Carmen.

A lo largo de su vida, Santa Teresa de Jesús tuvo que enfrentarse a muchas dificultades. En un tiempo en que las mujeres eran excluidas de los ámbitos intelectuales, una mujer dedicándose a la escritura era un signo de completa rebeldía. Pese a tener todo el mundo en su contra, Teresa no abandonó este hábito, convirtiéndolo en uno de los pilares de su vida. Su vida religiosa y espiritual encontró en la palabra escrita un canal por el que luchar contra los tiempos adversos y las opiniones cerradas del ámbito eclesiástico.

A pesar de haber nacido en el seno de una familia noble no tuvo acceso a una educación acorde a su posición social, por el sólo hecho de ser mujer. Pero esto no impidió queleyera desaforadamente y que construyera un universo propio de lenguaje de forma autodidacta. Tuvo que enfrentar también una fuerte resistencia y oposición por parte de algunas figuras eclesiásticas, quienes dudaban de la validez de sus experiencias místicas plasmadas en sus escritos.

Las experiencias místicas de Santa Teresa se reúnen en muchos estudios, pero la mejor forma de conocerlas es leyendo su obra. Pese a que fueron experiencias sumamente complejas y difíciles de expresar en palabras, Santa Teresa consiguió plasmarlas de una forma contundente y cercana, lo que le sirvió para convertirse en una de las poetas espirituales más relevantes de la historia de la literatura.

Su obra fue censurada en numerosas ocasiones y, la propia autora tuvo que cuidar mucho su lenguaje para evitar ser condenada como hereje. A pesar de estas dificultades, Santa Teresa de Jesús logró escribir numerosas obras notables, incluyendo su autobiografía Libro de la Vida y su obra maestra El Castillo Interior (libro más conocido con el nombre de Las Moradas). Estas obras se han convertido en clásicos de la literatura espiritual y mística y han influido en la teología cristiana y la espiritualidad a lo largo de los siglos. Lo que resulta fascinante al acercarse a su obra es no sólo que haya sabido vivir y dar sentido a esas experiencias a través de las emociones y el pensamiento, sino también conseguir ponerlas en palabras para que otras personas podamos acercarnos a un mayor entendimiento del mundo espiritual.

Santa Teresa de Jesús falleció el 15 de octubre de 1582 en Alba de Tormes. En el Día de las Escritoras le rendimos homenaje, y a través de ella a todas las escritoras que trabajan por llenar de prestigio la literatura.