Uno de los escritores estadounidenses que en los últimos años ha conseguido ir afianzándose como una pluma de gran prestigio, reconocida tanto por la crítica como por el público, es Matthew Quick.
Aquel, que está casado con la también autora Alicia Bessette, tiene el privilegio no sólo de ser un referente para muchos lectores sino también de haber visto como algunas de sus obras son llevadas a la gran pantalla y, además, con un enorme éxito.
Este sería el caso de El lado bueno de las cosas, que en el cine llevó el mismo título y que le permitió obtener un Oscar a su protagonista femenina: Jennifer Lawrence, ahora de máxima actualidad por la saga Los juegos del hambre.
En el año 2009 fue cuando se llevó a cabo la publicación de la novela, que toma como personaje central a Pat. Él es un hombre que ha pasado un tiempo ingresado en un centro de salud mental y que, después de salir de él, ha tomado varias decisiones en su vida. En concreto, ha establecido que desea recuperar a su ex mujer, de ahí que quiera convertirse en un buen hombre y con una buena salud física, lo que hará que todos los días salga a practicar running.
Todas esas acciones las hará junto a su familia, y es que ha tenido que regresar al hogar de sus padres. Un lugar que será fundamental en esa nueva vida que desea, ya que tendrá como vecina del barrio a una joven que dará un cambio de rumbo a su existencia: Tiffany, que también cuenta con un problema de neurosis y que parece entenderle mejor que nadie.
Lo siento, Leonard Peacock es otra de las novelas más significativas de cuantas ha realizado hasta el momento el escritor americano Matthew Quick. Precisamente este año 2014 es cuando ha llegado al mercado literario en castellano aquella, que gira en torno a la figura que le da título.
Aquel es un joven que el mismo día que cumple 18 años toma la decisión de suicidarse. ¿Por qué? Porque no desea tener la vida de los adultos, llena de rutina, de trabajo y de desilusión.
Por ese motivo, porque no quiere llegar a ese punto de apatía y monotonía, decide quitarse la vida con una pistola que heredó de su abuelo y que este utilizó durante el tiempo que luchó contra las nazis.
Leonard tiene el plan de suicidio perfectamente establecido. Pero también tiene claro que antes de llevarlo a la práctica debe realizar una misión: entregar un regalo especial a las cuatro personas que él considera que han sido y son más importantes en su vida.
A estos dos libros, tendríamos que añadir uno que llegará en breve periodo de tiempo a las librerías. Nos estamos refiriendo a Momentos de buena suerte, una comedia irónica y excéntrica que nos acercará a la figura de Bartholomew, un hombre de cuarenta años que siempre ha vivido bajo la protección de su madre.
Sin embargo, aquella muere y él decide buscar a su padre, al que no conoce. Por eso, emprende un viaje a Canadá junto a sus también peculiares amigos.
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