7 curiosidades sobre Juan Ramón Jiménez

El Premio Nobel de Literatura cayó en sus manos en el año 1956. Nos estamos refiriendo al escritor onubense Juan Ramón Jiménez, el padre de la emblemática obra titulada Platero y yo (1914). Un autor que se ha convertido en figura clave de la literatura española, en un clásico y en un referente para generaciones posteriores.

No obstante, a pesar de eso, quizás el gran público desconozca aspectos de su obra y de su vida que le puedan resultar curiosos o singulares. De ahí que, a continuación, vayamos a exponer algunas particularidades de este poeta:

1. Desde joven quería hacerse un hueco en el mundo de la pintura. Buena muestra de ello es que obtuvo el título de Bachiller por Arte y que dejara su tierra natal, Huelva, para comenzar una nueva vida en Sevilla con el claro objetivo de poder dedicarse a ese arte por completo. Sin embargo, allí lo que encontró fue el gusto por la literatura gracias a sus continuas visitas a la biblioteca del Ateneo.

2. Aunque es algo poco conocido, fue un verdadero “donjuán”, pues tuvo numerosos affaires y romances con mujeres de todo tipo, condición social, estado civil y profesión. No tenía escrúpulos en ese sentido y parece ser que incluso llegar a tener una relación con la esposa del psiquiatría que le había llevado su tratamiento de depresión, a raíz de la muerte de su padre.

3. No todo el mundo lo sabe pero este escritor sufría lo que se conoce como hiperestesia. Se trata de un trastorno de la percepción que consiste en que los estímulos más simples y de baja intensidad se perciben de manera realmente intensa. En el caso de Juan Ramón Jiménez esta situación afectaba a lo que era su capacidad de escucha, cualquier sonido mínimo se podía convertir para él en un ruido ensordecedor.

4. El gran amor de su vida, con la que contrajo matrimonio y con la que forjó una sólida relación, fue Zenobia Camprubí, de la que incluso se han establecido diversas teorías que vienen a exponer que gran parte de la obra de Juan Ramón Jiménez fue realizada en realidad por ella.

5. Curiosamente el escritor sintió interés por su esposa simplemente por sus carcajadas, sin ponerle rostro. Y todo fue porque la oyó reír a través de las paredes de la residencia en la que vivía él y a la que ella acudía para visitar a unos amigos en común.

6. Cuando estalla la Guerra Civil, el poeta junto a su esposa deciden alojar y cuidar en su casa a varios niños que habían quedado huérfanos. Incluso para poder mantenerlos, después de una etapa de “sequía económica familiar”, procedieron a vender alhajas y objetos de plata que tenían.

7. Una amiga de su esposa, Margarita Gil Roësset, queda enamorada del escritor nada más conocerlo e intenta por todos los medios conseguir su amor. Según unos historiadores siempre obtuvo el rechazo por respuesta y según otros jamás llegó a declararse. Sea como fuera, el no tener a Jiménez hizo que decidiera suicidarse.