Curiosidades sobre Antonio Buero Vallejo

Historia de una escalera (1949), La tejedora de sueños (1952) o En la ardiente oscuridad (1950) son algunas de las obras más emblemáticas que nos ha legado el escritor de Guadalajara Antonio Buero Vallejo (1916 – 2000). Un autor este que se ha convertido en figura clave dentro de la historia de la literatura de España.

No hay un amante de la lectura que no conozca a esta pluma y a su bibliografía. No obstante, hoy queremos adentrarnos más en su vida y en su obra a través de algunas curiosidades:

Era hijo de un militar de Cádiz, que trabajaba impartiendo Cálculo en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, y de una ama de casa de esta provincia manchega. Precisamente dicho militar fue fusilado al poco tiempo de comenzar la Guerra Civil española.
Precisamente fue su padre el que desde su tierna infancia le inculcó su pasión tanto por la música como por la pintura y por la literatura. De ahí que en 1934 ingresara en la Academia de Bellas Artes de Madrid.
Su fascinación por el teatro también se la aportó su progenitor pues desde bien pequeño le llevaba a ver la representación de distintas obras. Al parecer, cuando tenía solo 9 años creaba y escenificaba sus propias obras con un teatro de juguete.
Era un hombre interesado por la filosofía, por la ufología e incluso por el yoga.
Una de las figuras que más le marcó y que siempre recordó de modo especial fue al poeta Miguel Hernández, al que conoció durante la mencionada Guerra Civil y del que realizó un dibujo que hoy aún conserva la familia de aquel.
Fue un hombre interesado por la política y durante el estallido del citado conflicto bélico ingresó en las filas del Partido Comunista, lo que le llevaría a pasar un mes en el campo de concentración de Soneja, del que consiguió salir con el compromiso de que periódicamente se presentaría ante las autoridades, pero no lo hizo.
A mediados de 1939 fue condenado a pena de muerte por “adhesión a la rebelión”, pero finalmente le conmutaron la pena por treinta años de cárcel, lo que le llevó a permanecer en distintas prisiones del país hasta 1946, cuando fue puesto en libertad. Y fue durante ese tiempo donde escribió distintos trabajos.
Uno de sus mejores amigos fue el también escritor Vicente Soto (1919-2011), con el que tenía largas conversaciones e incluso una prolífica correspondencia sobre sus respectivos proyectos.
Antonio Buero Vallejo era un hombre aparentemente serio y distante a nivel público, pero en su intimidad era muy divertido y jovial.
A lo largo de su carrera tuvo que soportar que se prohibieran el estreno de algunas de sus obras de teatro tales como Aventura en lo gris (1954).
Sus dos mayores éxitos fueron Historia de una escalera, que en un primer momento llamó simplemente La escalera; Las Meninas (1960) y El tragaluz (1967).
Es uno de los autores españoles más galardonados, teniendo en su haber algunos tan importantes como el Premio Nacional de las Letras (1996), el Premio Miguel de Cervantes (1986) o el Premio Nacional de Teatro (1957).