«Cuentos de la Alhambra», de Washington Irving

Hoy se cumplen los 234 años del nacimiento de Washington Irving. En nuestro desván de los libros perdidos vamos a repasar una de sus obras monumentales, «Cuentos de la Alhambra», que ha sido una responsable fundamental de la fama del autor, así como colaborado con la difusión de Granada como sitio mágico al que visitar. ¡Hoy es un buen día para leerlo!

Irving, el viajero

Más allá de sus míticas creaciones «El jinete sin cabeza» y «Rip Van Winkle», Irving fue un hombre apasionado de los viajes. A lo largo de su vida realizó numerosas excursiones de forma constante, e incluso escribió sobre ellas; a veces a modo de relato de viajes, en ocasiones, como es el caso del libro que hoy leemos, de ficción.

Nacido en New York en 1783, Irving es considerado por muchos como uno de los escritores norteamericanos más avanzados y peculiares de su siglo. A través de una forma de escritura muy fluida y variopinta, que se sirve también de ciertos elementos del romanticismo, consiguió impactar a miles de lectores tanto en sus cuentos absolutamente ficcionales como en aquellos textos de viaje en los que la autobiografía y su percepción del mundo tienen un papel fundamental.

Irving fue además el primer hispanista extranjero y dejó constancia de su conocimiento de España y de su pasión por ella en sus «Cuentos de la Alhambra» en los que se nota el gran impacto que tuvo en el escritor-viajero americano la influencia de la cultura oriental en la arquitectura y la cultura del sur de la península.

En dos ocasiones viajó Irving a Granada, en 1828 y en 1829. Su fascinación por el estilo de la ciudad y la magia que encierran sus calles le llevó a construir «Cuentos de la Alhambra» donde magia y misterio se dan la mano, y que nos permite descubrir una Granada diferente. A lo largo de esta lectura, el escritor americano va construyendo diversas leyendas en forma de cuentos e intenta explicar a través de ellos la idiosincrasia de este pueblo andaluz tan particular.

Cabe mencionar que este hispanista americano enamorado de Granada, es además el principal responsable de la fama que esta ciudad tiene en plano internacional.

La Alhambra de Irving

«Cuentos de la Alhambra» es una exploración narrativa sobre las leyendas granadinas desde una mirada instigadora y exigente. Para escribir este libro Irving recopiló cuentos y anécdotas de los habitantes de Granada, que alimentó de lecturas suculentas extraídas de la biblioteca del duque de Gor, y que plasmó de una forma mágica en un libro lleno de matices. Se trata de una lectura en la que fantasía y realismo histórico se funden y llegan a borronear los límites entre realidad y ficción. Una lectura encantadora, sobre todo para los admiradores de esta ciudad y de la mezcla cultural.

Lo que Washington hizo en este libro fue una expresión granadina de «Las Mil y Una Noches» a través de la cual nos permite descubrir cada peldaño de esa ciudad conquistada con ambición y recordada con nostalgia a lo largo de la historia. Para los apasionados de la tradición cuentista persa es una lectura absolutamente recomendable, aunque también sería adecuada para cualquiera que desee viajar a Granada a través de un buen libro.

En «Cuentos de la Alhambra» hay humor, drama y muchísimo misterio, como corresponde con aquellas obras que nos cambian la vida. Pero sobre todo se nota en estos cuentos un amor y un fervor por la cultura granadina que te conquista. Cualquiera que haya leído los cuentos de Irving sintió el poderoso deseo de viajar a Granada. Y cualquiera que haya ido a Granada, habiéndola conocido a través de los ojos de Irving, habrá sentido esa extraña sensación de haber habitado y pisado esas calles mucho antes. Esa fue mi experiencia. Me era muy difícil caminar por esas callejuelas sin repetir en mi cabeza las historias de Irving.

Como podrán notarlo, se trata de un libro que nadie debería dejar de leer. Los animo a leerlo y a zambullirse en la fascinacinante mirada de Irving. También les recomiendo echarle un vistazo a las entregas anteriores de nuestro desván de los libros perdidos.