La capitana, una mujer en las listas

La autora argentina Elsa Osorio acaba de publicar junto al sello Siruela su última obra titulada «La Capitana», la cual narra la increíble historia de Mika Feldman de Etchebéhère quien luchó por alcanzar un mundo más equitativo, donde la justicia y la libertad fueron los principales objetivos a alcanzar. En este artículo te presentó a esta escritora y a la fantástica Mika.

Mika, una mujer con carácter

La historia de Mika llama la atención no por ser una mujer peleando en batalla, sino porque tiene una fuerza y está tan convencida de aquello en lo que cree que llega a conmoverte. Recorre tierras inhóspitas en busca de esa libertad que parece tan inalcanzable y pese a tener que pasar por múltiples torturas, su espíritu no decae, hasta el final.

Mika Feldman nació el 14 de marzo de 1902 en una colonia judía de la Provincia de Santa Fe. Hija de padres rusos judíos que llegaron a Argentina huyendo de los pogroms, años antes de que ella naciera, no es de extrañar que la pequeña Mika se interese por Trotsky y la revolución. De niña escuchó fascinantes relatos de revolucionarios fugados de Siberia o de las cárceles rusas y se sintió identificada con ellos y en toda su vida manifestó ideas claras, todas abrazando la revolución y la liberación; hasta que en 1920 se une al grupo de Insurrexit, en el que conoció al que posteriormente fuera su compañero de lucha, Hippolyte.

Hippolyte había estudiado de técnico industrial y gracias a haber entrado en contacto con los obreros, en su paso por las fábricas, descubrió ese mundo que luego los uniría tanto y que sería su razón de existir, luchar por las clases desfavorecidas y por la justicias social.

Durante varios años en Argentina se dedicaron a luchar por la revolución, solidarizándose con los trabajadores de la Patagonia que se revelaron por un sueldo digno y una mejor calidad de vida. Posteriormente se fueron a España a unirse a la lucha de los mineros asturianos, lugar en donde los sorprendió la dictadura de Franco y se comprometieren con el futuro de esta tierra y de su gente.

Más tarde viajaron juntos a España, cinco días antes de que estallara la guerra civil. El objetivo del viaje era conocer los lugares donde habían luchado los mineros asturianos en 1934 para dar a conocer su historia. Partidarios ambos de Trotsky y de su teoría de la revolución permanente, se consagraron por completo a la acción revolucionaria.

Su amor completamente colmado por la política y por sus ansias de conseguir un mundo más igualitario se ve corrompido porque él padece tuberculosis, aunque no es de esto de lo que muere, sino al ser alcanzado por un proyectil de ametralladora mientras se encuentra en el campo de batalla. Ella aseguró después que murió como deseaba hacerlo, no de enfermedad, sino de un accidente peleando por lo que creía.

Cuando su esposo muere, Mika, fiel a la idea que los uniera y por la que pelearan juntos durante tantos años, decide ponerse al mando del ejército revolucionario, haciendo caso de las recomendaciones de Hippolyte que dijera que el que manda no debe agacharse cuando silban las balas pues para que los demás avancen, el jefe debe hacerlo primero, aunque sepa que puede morir.

De vuelta en París escribió «Mi guerra de España», donde narra todo lo acontecido mientras ella estuvo al mando de los revolucionarios. Finalmente, el 7 de julio de 1992, Mika Feldman de Etchebéhère murió en su ciudad de adopción, París. Sus amigos íntimos la despidieron entre llantos de agradecimientos, mientras arrojaban sus cenizas al Río Sena.

Osorio, obsesionada con Mika

Elsa Osorio es una escritora nacida en Buenos Aires en 1952. Autora tanto de novelas y relatos como de guiones para cine y televisión. Entre sus obras se encuentran «Reina Mugre», «Como tenerlo todo», «Las Malas lenguas», «A veinte años, Luz». En su literatura puede hallarse un compromiso con la libertad y los derechos humanos.

En esta nueva obra Elsa Osorio, elige e Mika como protagonista principal y se anima a contarnos la historia de esta mujer que se jugó por lo creía más allá de su sexualidad, sobre pasando todas las barreras sociales y demostrando que la capacidad humana es inherente a los órganos genitales que poseemos.

«La capitana» es la nueva obra de Osorio que Siruela se ha animado a publicar; donde se reconstruye la guerra de Mika Etchebéhère, quien al mando de una columna del POUM, resistió en la sierra madrileña los ataques fascistas. Amante de París, ciudad que la acogió con maternal abrazo y le permitió conseguir amistades como la de André Breton y Julio Cortázar.

Elsa supo de la vida de Mika en 1986 y quiso escribirla entonces, pero no lo consiguió. La autora asegura que se obsesionó con la vida de esta mujer y que desde que supo de su existencia fue acumulando datos, recuperando documentos y entrevistándose con aquellos que pudieran ayudarla a reconstruir la historia de tan magnífica dama.

Cada vez que se sentaba a escribir arrojaba las hojas, porque siempre creía que lo que sabía no era suficiente, esa angustia de no saberlo todo la cohibía y le impedía escribir. Hasta que se decidió del todo, aceptando que para escribir sobre alguien no hacía falta saberlo todo, que escribiendo también se aprendía.

Esto ocurrió hace cinco años, cuando Elsa se encontró con un amigo trotskista de Mika quien la llevó a conocer Perigny, un lugar donde se realizaban reuniones de revolucionarios y que había significado de gran importancia para Mika. Al verlo tan desolado, supo que no debía esperar más y se puso a escribir de una vez por todas esa historia que se debía y que le debía a Mika.