Arena en las palabras, novelas que transcurren en playas

En estas fechas veraniegas en las que estamos un alto porcentaje de personas es el que decide disfrutar de sus vacaciones en la playa. Así, bajo el sol, dándose un baño o descansando en la arena muchos gozan de este remanso de relajación y en algunas ocasiones aprovechan este además para gozar con el placer de la lectura.

Una gran cantidad de obras se convertirán en ideales para ocupar su tiempo de lectura entre arena pero ¿qué le parecería leer en la playa historias que también transcurren en una? Situación curiosa ¿no?

Aquí le doy a conocer algunos de los libros que toman como escenario uno de esos múltiples arenales que existen a lo largo y ancho de la geografía mundial.

En una de las que posee la costa este de Estados Unidos es donde se desarrolla la narración de La casa de la playa. En 2002 fue cuando James Patterson publicó esta novela que gira entorno a la figura de dos hermanos: el brillante abogado Jack Mullen, y Peter, siempre juerguista y perrillo faldero de los poderosos magnates de la ciudad.

El descubrimiento del cadáver de este último, supuestamente ahogado en la playa, pone en marcha una investigación en la que Jack urde una trama para descubrir lo que en realidad ha sucedido.

Richard, un turista inglés que pasa sus vacaciones en Bangkok, es por su parte el protagonista de La playa de Alex Garland. En el año 1996 fue cuando vio la luz este libro en el que se cuenta como este hombre es obsequiado, por un compañero de hotel, con un mapa de una preciosa playa virgen sobre la que se dice que quien la encuentre habrá descubierto el paraíso.

Es por ello que, con la compañía de dos franceses (Ettiene y Françoise), dicho británico se pone a trabajar para dar con el mencionado lugar y lo consigue: halla el supuesto paraíso, donde tendrá que convivir con una extraña comunidad.

La playa, lugar de reflexión y misterio

La novelista y periodista argentina Silvina Bulrrich es la autora de Mañana digo basta (1968) que toma como escenario una playa de Uruguay. En ella, la protagonista, una mujer de 49 años y madre de tres hijos, realiza una introspección de su vida durante unas vacaciones.

En tono de humor se plantean los conflictos generacionales de esta familia así como el análisis que la matriarca realiza de cada una de sus vivencias a lo largo de los años.

Frente a la serenidad y quietud que ofrece este trabajo se encuentra otro cargado de acción y aventuras: La playa de los ahogados (2009). Domingo Villar es el encargado de desarrollar esta obra en la que se cuenta el descubrimiento del cadáver de un marinero en una playa de Vigo, en Galicia. El inspector Caldas y su ayudante (Estévez) serán los encargados de llevar a cabo la investigación.

Un proceso este que dará un giro radical cuando, de pronto, lo que se tenía como un suicidio comienza a adquirir tintes misteriosos. Y es que aparece en el origen de los hechos la figura del Capitán Sousa, un marino que falleció años atrás en el naufragio de un barco en el que también se encontraba el marinero que ahora ha aparecido muerto.

Estas cuatro novelas son sólo un ejemplo de que las playas, además de lugares donde descansar y disfrutar del verano, son escenarios ideales para que las mejores plumas del mundo ideen sus historias entorno a las mismas.



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