Escrivisiones XVII

 

ESCRIVISIONES. María Eugenia Caseiro [17] Continuación: EL TRAYECTO DEL TIEMPO PERDIDO. I. La Felicidad. "El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer lo que se hace. " León Tolstoi. Todos tenemos etapas de gran creatividad y fecundidad, de optimismo; otras son apagadas; la vida parece carecer de todo atractivo y nos asalta el pesimismo a cada instante. Los ...

Cuestión de herencia

 

Ocurre que cuando alguien muere, la gente se muestra muy sorprendida y dice: ” ¡No me digas. Y murió así, tan repentinamente. Qué lástima, che!”. La muerte nos parece cosa de otros; no la tenemos agendada. Obviamente, no tomamos las precauciones contra ella, por las mañanas, al salir a la calle y dirigirnos al trabajo. Es lógico que no estemos “enterados” de que vamos a morir, pues ...

Escrivisiones XVI

 

El DESIERTO DEL ESPÍRITU. I. La Soledad. “Vencerse a sí mismo un hombre es tan grande hazaña, que sólo el que es grande puede atreverse a ejecutarla " Calderón de la Barca. Considerando ciertos aspectos que influyen de manera trascendental en el desarrollo ...

Final feliz

 

Siempre he renegado de los finales infelices. Cuando leía La historia del desdichado Werther, del gran Göethe, sabía que el final de las páginas del libro me depararía desánimo, tristeza inmerecida, pero seguía avanzando en la lectura, deseosa de aprender cómo escribir triste y mejor, o sea, cómo hacer buena escritura o tristeza impecable. Echaron mi ánimo por la borda, aquellos clásicos de la literatura mundial como ...

Poesías para Asunción

 

Los versos colorean el hermoso perfil asunceno. Se destaca la antigua belleza de Asunción, que queda flotando en el recuerdo de las viejas estampas. La ciudad ilustre, la capital del Paraguay, nuestra amada Asunción, celebra los 470 años de su fundación, así, a su manera, a pura poesía. CUANDO DAN LAS DOCE. Asunción, ciudad de flores, de menta y espinillos. Tú elevas por los vientos los colores de banderas . Desde ...

El sentimiento que alegra

 

El amor nos salva de las angustias diarias. Yo observo a un hombre trabajar la tierra y buscar en sus ásperas entrañas el fruto que habrá de bendecir su existencia. Ese hombre, con perfil de pueblo, va al caer la tarde a su hogar. Se va despojando de su piel curtida, para abrazar, después, renacido, a una mujer que se deja vencer por él en ...