Durante los primeros días de julio de 1927 (algunos señalan que el 3, otras fuentes indican que el 8 ) se produjo en la ciudad venezolana de Porlamar el nacimiento de René Augusto Rodríguez Morales (conocido comúnmente por el seudónimo de Renato Rodríguez), quien compartió con su hermana Emira la pasión por la creación literaria.
Este hombre que a lo largo de su existencia residió con su familia en localidades como Cumaná y La Guaira cursó el bachillerato en el Liceo San José y quiso en su juventud dedicarse al sacerdocio, aunque su interés por el mundo de las letras fue más fuerte que sus inquietudes religiosas.
Tras recibir instrucción militar y completar un bachillerato superior en territorio colombiano, Rodríguez representó por un tiempo a un cantante. Después recorrió Quito, llegó a Lima y visitó Santiago de Chile. Al retornar a su tierra natal, el autor consiguió empleo como agricultor, realizó tareas en una oficina y sumó experiencia como productor de leche.
“Al sur del Equanil” fue la primera novela de este venezolano que también trabajó en un restaurante italiano de Nueva York y en un hotel situado en Los Ángeles. Francia, Bélgica, Suiza, Italia y Alemania fueron, según se advierte al repasar sus travesías, sus siguientes destinos temporales.
Ya hacia el final de su vida, el responsable de títulos como “El Bonche”, “Quanos”, “La noche escuece” y “¡Viva la pasta! o Las enseñanzas de Don Giuseppe” se afincó en suelo venezolano y le hizo frente a múltiples problemas de salud, ya que quedó sordo de un oído, tuvo artritis y perdió la visión completa en un ojo por padecer glaucoma, por ejemplo. El 22 de junio de 2011, a cinco años de haber sido distinguido con el Premio Nacional de Literatura de Venezuela, Renato Rodríguez falleció en El Consejo, un poblado perteneciente al estado de Aragua.
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