Pilar Sordo

La psicóloga y escritora chilena María del Pilar Sordo Martínez, a quien muchos conocen y recuerdan por sus reflexiones referidas a la felicidad como una obligación y al aprendizaje constante que nos impide graduarnos en la vida, nació en Temuco (ciudad donde residió por un tiempo el poeta Pablo Neruda) el 22 de octubre de 1965.

Esta autora, descendiente del matrimonio compuesto por Vicenta Martínez y José Sordo (quienes completaron la familia con la llegada de otras dos hijas, Maribel y Ana María) se formó en Psicología Clínica en la Universidad Diego Portales y se especializó en Psicología Femenina asociada a numerosas cuestiones importantes en la vida de una mujer, tales como la fertilidad/infertilidad y la menopausia.

Sus conocimientos asociados al campo de la Psicología no sólo los ha aprovechado para brindar asesoramiento en instituciones educativas, ofrecer charlas y dictar conferencias sino también para elaborar artículos solicitados por diversos medios de comunicación y desarrollar libros.

Según se cuenta, su exitosa obra titulada «¡Viva la diferencia!» surgió tras su ruptura matrimonial, aunque con el paso de los años su notoriedad se incrementó gracias a las excelentes repercusiones de propuestas como «No quiero crecer», «Con el Coco en el diván» y «Lecciones de seducción», materiales que no tardaron en cautivar a lectores de diversas nacionalidades.

Por su talento, su compromiso profesional y el gran trabajo que realiza a escala social (lideró, por ejemplo, grupos de recuperación emocional armados tras el terremoto que afectó a su país en 2010 y le brindó contención a la familia de los mineros atrapados en Copiapó), esta escritora que es madre de dos hijos lleva acumuladas hasta el momento importantes distinciones, entre las cuales se pueden citar el Premio Mujer 2007, el Premio de Periodismo Alberto Hurtado Cruchaga 2010, el Premio Atrevidas y las menciones como Mujer Destacada y Mujer Líder.

Comentarios1

  • RebecaP

    La he escuchado en varios videos, su inteligencia, gracia y su forma de expresarse tan coloquial, hace que fluyan de manera clara nuestros errores y aciertos, un darnos cuenta de que hay infinidades de posibilidades para salir de nuestro caos mental cotidiano. Me parece genial.
    Un saludo y gracias



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