El francés Ernest-Maurice Tessier, más conocido en el mundo de las letras como Maurice Dekobra, dejó huella en el ámbito cultural de su país por haberse dedicado al periodismo, el ejercicio literario y la traducción.
Su nacimiento tuvo lugar en París el 26 de mayo de 1885. De joven, abandonó su tierra natal para viajar por diversos países, una experiencia que le permitió ampliar sus conocimientos y le sirvió de inspiración a la hora de escribir.
Tras residir en suelo alemán e instalarse un tiempo en Inglaterra, el autor volvió a Francia y, a partir de abril de 1913, se sumó al ejército como intérprete de reserva, dado su dominio de varias lenguas. En 1940, en tanto, marchó por un largo periodo a Estados Unidos.
Cuando salió a la luz su veta de escritor, Tessier se convirtió en un auténtico fenómeno editorial, logrando récord de ventas, muchas traducciones y un número considerable de lectores a nivel internacional. Con el paso de los años, llegó a ser señalado como el principal impulsor de la llamada literatura cosmopolita.
En español es posible apreciar sus habilidades narrativas a través de “La Madona de los coches cama”, “Emigrados de lujo”, “La espía”, “Llamas de terciopelo”, “La novela de un cobarde” y “Los labios que mienten”, por señalar parte de las propuestas de su autoría.
Por su destacado desempeño como novelista, este hombre que integró el Sindicato de Periodistas, la Sociedad de Autores Dramáticos y la Asociación de Letras fue galardonado en 1951 el Prix du Quai des Orfèvres.
También vale la pena mencionar que, en marzo de 1925, este escritor fue reconocido como Caballero de la Legión de Honor, mientras que una década después obtuvo la condecoración en el grado de oficial.
Ernest-Maurice Tessier encontró la muerte en la capital francesa el 1 de junio de 1973 y sus restos fueron llevados al cementerio de Père-Lachaise.
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