Juan de Ariza

La vida del español Juan de Ariza Palomar, quien además de dedicarse a la creación literaria sumó experiencia como político, comenzó en la ciudad de Motril el 11 de diciembre de 1816.

Tras quedar huérfano con solo cuatro años de edad, este integrante de una familia noble con buena posición económica pasó a estar bajo la tutela de Juan Fernando de Ariza, su tío.

En 1843, ya habiendo demostrado interés por el ámbito cultural al trabajar en el Teatro Liceo de su tierra natal y al realizar composiciones poéticas para sus amigos, Juan se instala en suelo madrileño e inicia allí su carrera periodística. Por ese entonces, dio a conocer “A la heroica Granada. Cantos” y, tres temporadas más tarde, debutó como novelista a través de “El dos de mayo”.

De Ariza Palomar, quien llegó a ser director general de Ultramar, abandonó su patria en 1856 para marcharse a Cuba, donde asumió como secretario y terminó siendo ministro en el Tribunal de Cuentas.

En La Habana, el también responsable de propuestas teatrales como “Remismunda” y “Un clavo saca otro clavo” así como del volumen poético “Las ruinas de Sancho el Diablo. Tradición popular”, estuvo al frente de “Diario de la Marina” y ocupó la vicepresidencia del Casino Español localizado en la capital cubana. En 1872, en tanto, fue condecorado como Caballero Gran Cruz en el marco de la Orden Civil de María Victoria.

Un problema de salud que se prolongó en el tiempo lo mantuvo alejado de la escena pública durante el último tramo de su vida. El 20 de julio de 1876, Juan de Ariza Palomar encontró la muerte en La Habana pero su esencia vive eternamente en los textos que dejó. “Un viaje al infierno”, “Don Juan de Austria o Las guerras de Flandes”, “Las tres Navidades” y “El ramo de rosas” son algunas de las opciones que invitan a descubrir sus capacidades para la escritura.



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