Juan Clemente Zenea

El 24 de febrero de 1832, en la ciudad de Bayamo, se produjo el nacimiento del autor cubano Juan Clemente Zenea y Fornaris. Su madre era hermana del escritor José Fornaris; su padre, un teniente español.

Juan Clemente ZeneaZenea inició su formación en Bayamo, aunque a los 13 años se instaló en La Habana y comenzó a estudiar en el colegio dirigido por José de la Luz y Caballero. Allí se acrecentó su interés por la literatura, que ya existía a partir de la influencia de su tío materno.

El diario La Prensa le dio espacio a sus primeros poemas en 1846. Tres años después, se incorporó a dicho periódico como redactor. Por uno de sus textos, Zenea estuvo a punto de ser excomulgado, pero logró evitar el castigo gracias a una mediación de su padre y a una carta donde se retractó de lo escrito.

En 1852, debido a conflictos con las autoridades, se vio forzado al exilio y emigró a Estados Unidos. Zenea se instaló en Nueva Orleans, donde retomó su relación sentimental con una poetisa, artista plástica y actriz norteamericana que había conocido en Cuba: Adah Isaacs Menken.

Muchos diarios y revistas lo tuvieron como colaborador en Estados Unidos y en su país. También fundó Revista Habanera y trabajó como profesor de inglés. Debido a su postura política y a su activismo contra la presencia española en Cuba, sufrió múltiples inconvenientes durante toda su vida.

Ya en 1853 fue condenado a muerte en La Habana, aunque una amnistía general le permitió volver a su tierra al año siguiente. En 1865 retornó a Nueva York, después se instaló en México y, con el estallido de la guerra en territorio cubano en 1868, optó por regresar a Estados Unidos para apoyar la causa independentista.

Zenea ingresó de forma clandestina a Cuba en 1870 y fue atrapado por los españoles. El 25 de agosto de 1871, luego de estar incomunicado durante ocho meses, fue fusilado.

Varios de los poemas de Juan Clemente Zenea aparecen en la antología titulada “El laúd del desterrado”, que reúne a escritores cubanos que padecieron el destierro. Las composiciones que creó en la cárcel, en tanto, fueron editadas de manera póstuma en “Diario de un mártir”. Otros libros de su autoría son “Poemas” y “Cantos de la tarde”.



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