La vida llevó a Juan Claudio Cameron Zamorano por distintos caminos, aunque siempre cercanos a las letras. Nacido el 28 de enero de 1947 en la ciudad de Valparaíso, Cameron completó la educación secundaria en Viña del Mar y luego estudió en la Sede Valparaíso de la Universidad de Chile, donde se graduó en Derecho.
En 1974, pocos meses después del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet, Cameron emigró a Argentina. La situación política en el país vecino, sin embargo, no era mucho mejor. Así, tras permanecer tres años en suelo argentino, regresó a Chile y luego viajó a Suecia, donde vivió por una década.
La carrera literaria de Cameron, de todas formas, ya había comenzado antes del primer viaje a Argentina. Su ópera prima, titulada “Las manos enlazadas”, apareció en 1971. Por entonces, en Viña del Mar, ya había entablado relación con diversos escritores, como Raúl Zurita y Juan Luis Martínez.
“Una vieja joven muerte” también apareció antes de su estadía en Argentina. Con los años, Cameron incrementó su producción literaria con poemarios como “Perro de circo”, “Poesía dispersa”, “El bolero de los ángeles”, “Visión de los ciclistas”, “Tras el propio paisaje”, “Versos atribuidos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados”, “Cámara oscura” y “Registro curricular”.
Sus libros le permitieron obtener una gran cantidad de galardones. El Premio Gabriela Mistral, el Premio Javiera Carrea, el Premio del Concejo Nacional del Libro y la Lectura, el Premio Municipal de Valparaíso, el Premio Internacional Ciudad de Alajuela y el Premio de Poesía Ciudad de Concón son algunas de las distinciones que recibió.
En una entrevista, Juan Cameron mencionó a Enrique Lihn, Jorge Teillier, Gonzalo Rojas y Ernesto Cardenal entre sus influencias literarias. Consultado acerca de cómo definiría su poesía, afirmó que la considera “bastante simpática”, aunque en ocasiones “demasiado intelectual” y excesivamente sentimentalista.
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