Entre los pioneros de la novela guatemalteca se encuentra José Milla y Vidaurre, un escritor, periodista y diplomático nacido el 4 de agosto de 1822 en la Ciudad de Guatemala
Hijo de José Justo Milla (un militar que fue jefe de Estado de Honduras en 1827 tras un golpe de Estado) y Mercedes Vidaurre Molina, creció en el seno de una familia acomodada. Milla y Vidaurre inició su formación académica en el Colegio y Seminario Tridentino de Nuestra Señora de la Asunción y después estudio Derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala, aunque abandonó la carrera para dedicarse a las letras.
En lo referente a la literatura, Pepe Milla -tal como se lo conocía- es autor de obras como “La hija del Adelantado”, “Un viaje al otro mundo, pasando por otros países”, “El visitador”, “Los nazarenos”, “El libro sin nombre”, “Memorias de un abogado” y “Cuadros de costumbres”. Estos libros lo convirtieron en un referente de la novela histórica latinoamericana y le permitieron acceder a diversos reconocimientos: fue miembro correspondiente de la Real Academia española (RAE) y de la Academia de Bellas Letras de Santiago de Chile e integrante honorario de la Sociedad Literaria Internacional de París (Francia).
Como periodista, fue colaborador de La Semana, La Gaceta Oficial y otros periódicos. Milla y Vidaurre, quien firmó algunos de sus textos como Salomé Jil, además estuvo entre los fundadores del Diario de Centro América, cuya primera edición salió a la venta el 2 de agosto de 1880.
Tampoco se puede obviar la relevancia de Milla y Vidaurre en la política de su país. Pese a que en un principio fue opositor del conservador Rafael Carrera y Turcios, luego se sumó a su gobierno, siendo ministro de Relaciones Exteriores y embajador en el territorio estadounidense. Cuando cayó el gobierno conservador, decidió emigrar y recorrió parte de Estados Unidos y Europa.
José Milla y Vidaurre murió el 30 de septiembre de 1882. Sus restos reposan en el Cementerio General de la Ciudad de Guatemala.